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El turismo nacional ha logrado superar en julio los niveles previos a la pandemia. Durante ese mes realizó más de 26,5 millones de pernoctaciones en los distintos alojamientos turísticos, lo que supuso casi 2,3 millones más que en julio de 2019. Un aumento más que significativo, del 10%, respecto a cuando aún no conocíamos la COVID-19.
Por tipo de alojamiento, las noches en hoteles han crecido un 0,4% respecto a las de hace dos años. En campings, apartamentos, casas rurales y albergues los incrementos han sido del orden del 25%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pero, aparte de este notable hecho, es curioso como el virus ha modificado nuestras preferencias a la hora de decidir donde veraneamos. ¿Por qué? Por distintos motivos. Entre ellos la diversidad regional en cuanto a restricciones o la opción por otros destinos considerados subjetivamente más “seguros” frente a la pandemia.
También hay que tener en cuenta que, pese a que los precios han subido notablemente en julio –un 9,3% en apartamentos, un 8,8% en hoteles, un 3,9% en los destinos rurales y un 1,0% en campings–, muchos españoles han decidido darse un capricho tras demasiado tiempo sin salir de casa.
Si analizamos los datos por puntos turísticos, que es el mayor nivel de desglose que ofrece el INE, podemos observar mejor estos cambios del turismo nacional.
Cuatro de los seis puntos turísticos en los que más han aumentado las pernoctaciones hoteleras de españoles en julio son de Málaga. En Nerja y Benalmádena los incrementos han superado el 70%. En Torremolinos y Ronda los crecimientos han sido del 52% respecto al mismo mes de 2019.
Los otros dos puntos que más han crecido son San Sebastián y Tarifa. En la capital donostiarra las noches de hotel de españoles han crecido un 72%. En la ciudad gaditana, paraíso de los amantes de los deportes acuáticos a vela, un 54%.
Pero en este desglose también hay perdedores. En el tinerfeño Puerto de la Cruz las pernoctaciones nacionales han bajado un 44% respecto a las de julio de 2019.
En Palma de Mallorca se han reducido un 32%, en Peñíscola un 28% y en Madrid un 25%. En la capital de España en julio de este año hubo 145.000 noches de hotel menos de españoles que en el mismo mes de 2019.
El parque natural de Doñana ha sido el destino que más ha crecido si nos referimos al turismo nacional que se aloja en campings. En julio más de 85.000 personas hicieron noche en esa zona, con un incremento del 175% respecto a los 31.000 de julio de 2019.
En el parque natural de Serra Calderona las pernoctaciones de españoles en campings se han duplicado respecto a las de antes de la pandemia.
Si nos centramos en los campings de las zonas turísticas con mayor afluencia del turismo nacional, encontramos aumentos superiores al 50% en las noches pasadas en la costa blanca valenciana y la costa brava catalana. Y mayores del 30% en la costa dorada, la costa de la luz de Huelva, la zona de Pirineo y la costa verde asturiana.
Por el contrario, el número de noches de residentes en campings sólo se ha reducido en tres zonas. Y dos de ellas de escasa relevancia. La otra es la costa de Barcelona, donde el descenso ha sido de apenas el 0,5%.
Varios puntos turísticos alicantinos presentan los mayores incrementos de pernoctaciones de españoles en apartamentos, comparados con el periodo previo a la pandemia.
Entre ellos destaca Jávea, en la que casi se han multiplicado por cuatro al pasar de 8.300 noches en julio de 2019 a 35.400 en el mismo mes de este año.
En Alicante el aumento ha sido del 187% y en Benidorm del 125%. En este último destino se ha pasado de 82.300 pernoctaciones de españoles en apartamentos en julio de 2019 a las 185.000 de este año.
Cabe destacar también el crecimiento cercano al 200% que se ha registrado en Nerja, ciudad que presentaba también un notable incremento hotelero este verano.
Entre los puntos turísticos con mayor afluencia de turistas españoles en los que más se han reducido las pernoctaciones de españoles figuran Puerto de la Cruz y San Bartolomé de Tirajana. En ellos, las estancias han bajado un 30% y un 21%, respectivamente, respecto a julio de 2019.
El turismo rural es el que más ha aumentado entre los españoles en términos relativos respecto a julio de 2019.
Al desglosarlo por zonas, encontramos crecimientos del 271% en alojamientos del parque nacional de Taburiente (en la isla de La Palma) y del 212% en el de Calares y Cabeceras de los ríos Mundo, Tus y Guadalimar (en Albacete y Jaén).
Si nos atenemos a las zonas con más pernoctaciones de españoles, destacan los incrementos del 67% en el Pirineo catalán, del 37% en el Pirineo Aragonés o del 32% en la costa verde.
En el lado contrario, los mayores descensos de estancias en alojamientos de turismo rural de residentes respecto a julio de 2019 se dan en el parque natural Arribes del Duero, que discurre por Salamanca y Zamora (con una bajada del 66%) y en la costa lucense de A Mariña (con cerca de un 50% menos).