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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este martes que el Ejecutivo aprobará "pronto" nuevos "amortiguadores sociales" para proteger, especialmente a los consumidores más vulnerables, ante el constante incremento del precio de la luz. No ha concretado qué tipo de medidas repara el gobierno ni cuándo entran en vigor, solo que será una forma de amortiguar el coste de la energía en los hogares, especialmente en los más vulnerables. Sí ha ido un poco más allá en las explicaciones la vicepresidenta Teresa Ribera que no descarta suprimir temporalmente el impuesto eléctrico para abaratar el recibo de la luz. Ribera asegura que será "pronto" aunque pide prudencia hasta que se consiga una propuesta conjunta. "Efectivamente una de las posibilidades que hay, el que haya otros elementos fiscales que tengamos que retocar aunque sea de manera provisional".
La recuperación no dejará a nadie atrás, insiste Sánchez, pero la subida de la luz empeña ese mensaje porque ya se ve cómo los dueños de pequeños negocios o los que venden productos básicos están conel agua al cuello. Los primeros, al borde del cierre y los segundos, a un paso de subir los precios aún más. El presidente ha dejado claro que "lo que queremos es blindar al consumidor, que afecte lo menos posible al recibo de la luz la evolución del precio mayorista del mercado de la energía"
No concreta el presidente qué nuevas medidas se sumarán a la rebaja del iva y la supresión del impuesto sobre la producción eléctrica, pero el Gobierno estudia otra rebaja fiscal, esta vez sobre el impuesto especial del 5%.
Dentro del Gobierno Podemos presiona para ir más lejos, con medidas como la regulación de precios o la creación de una empresa pública, que no contempla el sector socialista con Calviño a la cabeza en su descarte. El PP no se cree nada. Ven difícil que Sánchez cumpla su promesa de reducir la factura final a niveles de 2018.
Durante su intervención ante la reunión interparlamentaria del Grupo Socialista, Sánchez ha garantizado que el Ejecutivo va a actuar con "contundencia, empatía y rigor ante la preocupante escalada del precio mayorista de la energía", desplegando nuevas medidas que se sumarán a las ya adoptadas con el objetivo de que al final de 2021 los consumidores paguen lo mismo de luz que a finales de 2018 --descontando el IPC--. Los socialistas creen que el precio de la luz ya lo pagan ellos en las encuestas, por lo que Sánchez ha salido al paso para anunciar reformas estructurales destinadas a dar relevancia a la energía más barata a la hora de generar luz, es decir, potenciar las renovables, y eso combinado con medidas de protección a los consumidores más vulnerables.
En este punto, ha explicado que el Gobierno está ya trabajando en el "consumo mínimo vital", complementario al ingreso mínimo vital, y ha recordado que se han aprobado y el bono social y el bono social térmico, en un esfuerzo sin precedentes que ha servido para proteger a 1,1 millones de consumidores vulnerables, beneficiarios también del llamado 'escudo social'.
También ha recordado la puesta en marcha de medidas fiscales para amortiguar el impacto de la subida del precio mayorista en el recibo de la luz y la necesidad de que de los superbeneficios que están teniendo las empresas eléctricas "no vaya a sus cuentas de resultados, sino que vaya, en forma de minoración, al precio de la luz de los consumidores finales".
"El Gobierno tiene un objetivo y un plan, y pronto incorporaremos en los Consejos de Ministros aprobaremos nuevas medidas que supongan nuevos amortiguadores sociales para que el coste de la energía no impacte de nuevo en la economía de los hogares y menos aún en la de los hogares más vulnerables", ha afirmado Sánchez, arrancando el aplauso de diputados, senadores y eurodiputados.