De ganar 5.000 euros al mes a perder 4.000: las cuentas de un transportista tras la pandemia
Las empresas de transporte han anunciado un paro patronal ante la falta de medidas para hacer frente al aumento de sus costes
El gasóleo se ha encarecido cerca de un 35% en el último año
Los transportistas ven como la subida del combustible ha acabado con la rentabilidad de sus negocios
El dueño de una empresa de transportes no quiere dar su nombre, ni el de su empresa. “Ya sabes, con el tema de la huelga puedo tener problemas”, adelanta. Esa huelga a la que se refiere es, en realidad, el paro patronal anunciado por el departamento de mercancías del Comité Nacional del Transportes por Carretera el pasado miércoles. Con él tratan de denunciar, dicen, la situación de “abandono” a la que les somete el Gobierno en un momento en el que sus costes se han disparado por el encarecimiento del combustible.
Los paros de las empresas del sector están previstos para el próximo mes de diciembre, entre el 20 y el 22, justo a las puertas de la navidad y de la mayor época de consumo del año.
MÁS
Este transportista, al que llamaremos Paco para proteger su identidad, dirige su empresa desde hace más de 20 años. Tiene siete camiones, seis conductores fijos que hacen rutas por toda España y desde el pasado verano ve cómo ya no le salen las cuentas. El gasoil, que supone algo más de una tercera parte de sus gastos, se ha encarecido un 35% en el último año. Esa subida ha hecho desaparecer el margen con el que trabajaban.
“Facturamos de media 85.000 euros mensuales. Hace un año y medio ganábamos más de 5.000 euros, el mes pasado tuvimos una pérdida de 4.000”, dice mientras recoge una carga con el camión al que se ha subido a las siete de la mañana.
“Llega un momento en que los costes son superiores a los ingresos, y entonces no es viable mantener esto. Puedes tener pérdidas durante un mes o dos, pero si se acumulan y no ves cambios es mejor cerrar la empresa”.
Subida de las tarifas
Por eso Paco se plantea esperar “un poco de tiempo” para ver si la situación cambia. “No puedo estar perdiendo dinero así, no lo aguanto. Tendré que quitar camiones, o quedarme yo solo trabajando”. Y eso que él, dice, sí ha podido trasladar algo de esa subida de los costes a las tarifas de los clientes, aunque no ha sido suficiente. “Ellos tampoco pueden pagarte mucho más y la subida del combustible es superior. Aunque subas un poco las tarifas no cubres tus gastos”.
Esta reivindicación, la de articular una norma que permitirá trasladar la subida de los costes a los precios para evitar trabajar a pérdidas, era una de los planteamientos que las patronales del transporte presentaron a la ministra Raquel Sánchez en la reunión para intentar acercar posturas y de la que salió el anuncio del paro patronal. Las asociaciones aseguran que el sector, compuesto por miles de autónomos y pequeñas compañías, no tiene fuerza negociadora para subir los precios a sus clientes, que suelen ser grandes empresas.
Paro patronal de diciembre
El Ejecutivo, que ya ha asegurado que cree hay margen de maniobra para evitar el paro, ha recibido también otras quejas que el sector arrastra desde hace años, como las relacionadas con el pago por el uso de las carreteras, la normativa sobre las dimensiones de los vehículos o la falta de conductores.
Pero, para Paco, el principal problema, el más urgente, es que el Gobierno articule medidas directas para contrarrestar la subida del gasóleo. “Es fundamental que nos ayuden con ese el tema, porque es nuestro coste más grande y si no, no podemos subsistir. Ahora mismo, trabajar es solo pagar”.
A pesar de eso, no tiene intención de sumarse al paro convocado. “Si nos dejan salir, nosotros trabajaremos porque no creo que esa sea la solución. Necesitamos que nos ayude el Gobierno, no que la gente se quede sin suministros la semana antes de navidad. Los autónomos, como yo, y los transportistas no creo que estén muy a favor de esa medida”, explica.
Con ese pronóstico se despide para iniciar una nueva ruta con el camión, el negocio que heredó de su padre y con el que confía que no quieran continuar sus hijos aun pequeños. “Esperemos que estudien y se dediquen a otra cosa, porque esta profesión es muy dura”.