Vivienda

Manuel, un obrero de 57 años, habla de la falta de mano de obra en la construcción: "No hay relevo, somos la última generación"

El problema de la falta de mano de obra en la construcción. Informativos Telecinco / Diogo Diéguez
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Uno de los grandes problemas que hay en España es la poca mano de obra a la hora de construir viviendas. Desde que se presentó el primer expediente para liberar el suelo de un terreno sobre el que poder construir han pasado 15 años. "El que compra la vivienda no ve el día en el que le entreguemos las llaves”, explica Juan José Percho, vicepresidente del Grupo Ibosa.

Uno de los aspectos que Juan José Percho analiza son los incompatibles plazos de construcción, un problema que necesita soluciones urgentes: “El embrión de una vivienda es esa palabra tan abstracta que se llama desarrollo urbanístico, que no deja de ser burocracia en estado puro”.

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Entre los grandes problemas que existen en construcción de vivienda en España, uno de los que más preocupa es la falta de suelo urbanizable, ya que hoy en día se necesita construir alrededor de 750.000 viviendas.

María López, directora comercial de ‘Impact Homes’, explica que no pueden entregar las viviendas a sus clientes a tiempo: “Una de estas casas la tendríamos que haber entregado en enero”. Estos retrasos provocan sobrecostes, es decir, un aumento de los precios. “Todo el trámite que es necesario para tener un suelo finalista es un problema muy importante de plazos”, dice Pedro Fernández, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción.

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En otra obra, 137 viviendas están siendo construidas por pocos trabajadores con edades elevadas para realizar esfuerzos físicos. “La gente no quiere trabajar en la obra porque es un sector sacrificado”, explica el jefe de grupo de ‘ETOSA’, José Ramírez.

Manuel continúa trabajando en la construcción a los 57 años

Manuel tiene 57 años y siempre ha trabajado en la construcción: “Me levanto a las cinco de la mañana y llego a casa a las ocho de la tarde. Mucho sol, calor y muchas exigencias”. Un empleo que exige un sacrificio físico diario, llegando a mover unas 900 piezas de ladrillo, con un peso aproximado de cuatro kilos, a lo largo de 40 metros.

Él es uno de los trabajadores que sufrió el estallido de la burbuja cuando el sector despidió a la mitad de los empleados. Ahora ve cómo su generación se ha quedado sola en la obra: “Nosotros somos la última generación que queda. No hay un relevo”.

Por último, debido a este gran problema, se están empezando a usar métodos como el de construir una vivienda a partir de un baño prefabricado, reduciendo así los costes de obra: "Se fabrican en Murcia, los trasladamos en camión y vienen totalmente terminados”. Aunque es una opción mucho más cara, está siendo muy utilizada en muchas obras porque permite acelerar el trabajo.