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En 2025 la vivienda se vuelve a convertir en uno de los temas candentes en España fruto de los desequilibrios entre la oferta y la demanda y el continuo alza de los precios, que siguen agravando los problemas de acceso para buena parte de la población, especialmente los jóvenes, a la cola de Europa en emancipación.

Como ha ocurrido en los últimos años, la crisis de la vivienda ha permanecido en el centro del debate social y político, ocupando un lugar preeminente en las preocupaciones de la ciudadanía.

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Una escalada de precios que continuará en 2026

La alta demanda, sumada a una oferta incapaz de satisfacerla, ha sido el motor de una escalada de precios que parece no tener freno.

En el tercer trimestre de 2025, el precio de la vivienda libre registró un incremento interanual del 12,1 %, alcanzando los 2.153,4 euros por metro cuadrado, el mayor importe que se registra en toda la serie histórica de la estadística de valor tasado del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, que arranca en 1995.

A falta de que cierre 2025, todas las estadísticas y expertos prevén que el precio de la vivienda siga subiendo en 2026, especialmente en las zonas más dinámicas, focos de creación de empleo, y en las regiones turísticas.

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Una demanda que se ha visto acentuada por los flujos migratorios que recibe España, pero también por los cambios en la estructura de los hogares, cada vez más pequeños.

Renovación de alquileres disparados por la vivienda turística y de lujo
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Gran dinamismo en el mercado de compraventas

La tasa de ahorro de las familias, la percepción de que los precios van a seguir subiendo, el abaratamiento de la financiación o la vivienda como valor refugio en tiempos de incertidumbre han mantenido el mercado de compraventas en niveles muy intensos.

En los diez primeros meses del año, las compraventas acumulan un avance del 12,3 % y 601.543 operaciones (en todo 2024 se vendieron 640.401). Solo en octubre, se alcanzó el mayor número de operaciones para este mes desde 2007, en plena burbuja, según el INE.

Algunos expertos prevén que este año se superen las 700.000 unidades vendidas, aunque en los últimos meses se está desacelerando la subida, posiblemente por los altos precios y la reducción de viviendas disponibles en el mercado. Así, parece complicado que en los próximos trimestres se mantengan estas tasas de crecimiento.

Buena parte de las viviendas vendidas han sido de reposición, han cambiado de manos, mientras que otras han salido del mercado del alquiler, donde la oferta es claramente insuficiente, el alza de precios constante y el esfuerzo de los hogares para pagar la renta supera el 30 % recomendado.

Con unos niveles de construcción en torno a 100.000 unidades/año, el sector reclama una reforma de la Ley de Suelo que agilice la construcción de la vivienda, alerta de la falta de mano, la excesiva regulación, la lentitud de la tramitación y demanda seguridad jurídica y estabilidad.

Un ansiado pacto de Estado que no llega

A pesar de que un pacto de Estado por la Vivienda es una demanda reiterada, lograr un acuerdo que involucre a todas las partes sigue siendo una tarea compleja ante la falta de consenso.

Sin embargo, la suma de todos es fundamental para afrontar esta crisis, que desde el sector ya avisan de que no se solucionará a corto plazo.

La medida estrella del Ejecutivo este año ha sido la puesta en marcha de la nueva empresa pública Casa 47, con la que busca ampliar el parque de vivienda asequible. Todo ello mientras su socio Sumar, presenta medidas alternativas en materia de vivienda.

El reto es mayúsculo y, a pesar de los esfuerzos por encontrar soluciones, la vivienda seguirá siendo uno de los principales caballos de batalla del próximo año.