Verano

Aburrirse, el gran reto de los niños en verano: "Es un buen factor para fomentar su creatividad"

Aumenta el rango de edad por debajo del que se considera que no debe exponerse a los niños a pantallas. Pexels
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¿Cómo se mata la creatividad de los niños y cómo conseguimos aumentarla? Hay muchas claves, y la mayoría de ellas, no tienen presentes a las pantallas. Durante las vacaciones escolares es, además, un buen momento para poner en marcha algunas herramientas que ayuden a fomentar su creatividad.

“En la actualidad ya nadie duda de que los medios digitales afectan a la salud a todos los niveles, y a cualquier edad”, explica la doctora María Salmerón, coordinadora del grupo de trabajo de Salud Digital de la Asociación Española de Pediatría que presentó su actualización de recomendaciones sobre el uso de pantallas en la infancia y en la adolescencia. “En 2016, la Academia Americana de Pediatría alertó por primera vez del impacto del mundo digital sobre la salud, y en estos últimos años han ido aumentando progresivamente los ensayos clínicos que corroboran este vínculo”, añade la experta.

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Los últimos estudios confirman distintos impactos en el neurodesarrollo a diferentes edades. Así, el uso de un teléfono para premiar o distraer a niños de 1 a 4 años provoca que los niños exijan los dispositivos para calmarse y se frustren si se les niega. El uso rutinario de dispositivos para distraer o calmar genera dificultad para el desarrollo de estrategias de autogestión; ocasiona dependencia de las pantallas para la regulación de las emociones y determinará dificultades de autorregulación en etapas posteriores. Por ese motivo, se desaconseja el uso de pantallas antes de los seis años, considerándose que no existe un tiempo seguro. “Como excepción, y bajo supervisión del adulto, se pueden usar las pantallas para el contacto social en tiempos cortos y con un objetivo concreto (por ejemplo, que la persona que está al otro lado de la pantalla le cuente un cuento o le cante una canción)”, añade la Dra. Salmerón.

¿Cuáles son, por tanto, las nuevas recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría frente al uso de pantallas? Sabemos que es difícil eliminarlas pero, según sus nuevos parámetros, entre los 7 y los 12 años no se recomiendan más de una hora; de 13 a 16, no más de 2 horas, y en esta edad retrasar al máximo posible el la edad del primer móvil inteligente. En este sentido, y teniendo en cuenta los consejos de la AEP, recogemos la nueva guía de Grijalbo, 'Creatividad sin pantallas. Una guía para redescubrir el poder de crear y jugar con los más pequeños' escrita por Mar Benegas, autora de libros infantiles, formadora y conferenciante especializada en poesía y animación de la lectura y la creatividad, y Jesús Ge, poeta, maestro de escuela y experto en expresión dramática y mediador de lectura con más de 20 años de experiencia.

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"Un buen factor para lo creativo es el aburrimiento, tiempo de no hacer nada. Huyamos de tener que completar con cosas el tiempo de ocio, que surjan planes. Que se generen posibilidades. Aunque en el libro hemos dado un montón de propuestas asociadas a materiales, nos domina el miedo de que algunas familias hagan un horario de actividades creativas para sus hijos sin espacio para la improvisación. Otra posibilidad es la de fomentar el consumo de belleza y propuestas estéticas: visitar museos, ir al teatro, pasear por el campo… y en lo cotidiano, un palo, varias hojas (de árbol y/o de papel) y un lapicero pueden ser suficientes detonantes creativos", explican en una entrevista para la web de Informativos Telecinco. 

Lo recomendable es jugar con materiales y actividades que fomenten todos los elementos que conforman el pensamiento creativo

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Herramientas para fomentar la creatividad de los niños en vacaciones

Para que los niños puedan desarrollar su capacidad creativa, estos dos expertos sugieren que lo más importante es el tiempo y la presencia de los padres. "Muchas veces, lo más difícil es comenzar, superar esos límites: no me sale, me aburro, no quiero… porque la observación pasiva que implica estar frente a las pantallas no implica ningún esfuerzo. La Asociación Española de Pediatría ha cambiado las recomendaciones de uso de la pantallas porque ya comienzan a verse las consecuencias reales en los más pequeños. Ambas cosas van de la mano: a más tiempo de ocio pasivo más dificultades para disfrutar del juego creativo. Por tanto, buscar el tiempo y el espacio es fundamental".

Una vez tenemos el tiempo, hay que fomentar ese juego creativos desde una presencia adulta activa pero no directiva, es decir, evitar los juicios y la intervención. "Lo recomendable es jugar con materiales y actividades que fomenten todos los elementos que conforman el pensamiento creativo y que amplíen sus posibilidades. Que no limiten: pintar, cantar, recitar, hacer experimentos, cocinar, jugar con el lenguaje, inventar cuentos, esculturas, disfraces, hacer libros, construir cabañas, vehículos o barcos, salir al campo y practicar el arte en la naturaleza con cosas naturales, reutilizar materiales como cartón, plástico o madera; inventar juegos con sus normas, leer juntos en voz alta...".  Es posible que si viviste una infancia analógica recuerdes aquellos veranos interminables donde había algunos de estos juegos. ¡Es hora de sacarlos del armario si tienes hijos!

El juego simbólico y el aburrimiento: esenciales para el desarrollo cerebral

La creatividad y el juego van de la mano. La primera de ellas, la creatividad, es una habilidad que tenemos los seres humanos para resolver situaciones desafiantes con los recursos que disponemos, mientras que el juego es algo fundamental en el desarrollo de la infancia pero también en la vida del adulto. "Podemos decir que representa un excelente laboratorio previo a la vida, sin las consecuencias que pudieran desencadenar el fracaso en la misma. Perder jugando nos enseña a perder en la vida y nos prepara a no frustrarnos enseguida o a aceptar la derrota. En este sentido, el juego simbólico es una vía de conexión con la sociedad y las relaciones que se establecen. El desarrollo del símbolo, ya nos advertía Piaget, es un elemento fundamental de la actividad cognitiva del niño", añaden Mar Benegas y Jesús Ge, autores de 'Creatividad sin pantallas'. 

Dentro del juego también cabe el aburrimiento, un factor que hay que experimentan tanto en las vacaciones de verano como fuera de ellas. ¿Por qué es tan importante que los niños se aburran? Porque ayuda a fomentar el pensamiento introspectivo. Como explican, "no hacer “nada” es una manera de hacer que tal vez no casa con la sensación que nos invade de tener que hacer cosas. La sensación de aburrimiento se asocia a la no productividad. El tiempo en blanco es importante porque el pensamiento profundo, el pensamiento complejo o concatenado, necesita tiempo para desarrollarse. Tramar, inventar, comenzar el juego… necesita un tiempo previo de no hacer. En ese tiempo opera la toma de decisiones: elegir en qué ocupar el tiempo, o “entretenerse” y pone en funcionamiento la mente y la creatividad lúdica, que luego nos ayudará en el día a día". 

Los mecanismos de las actuales redes sociales o los videojuegos están diseñados para la adicción y, por lo tanto, son una trampa y un destructor de la creatividad

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¿Matan las pantallas la creatividad? ¿Cómo usarlas a nuestro favor?

No podemos eliminar las pantallas de la ecuación, como expresan muchos psicólogos, como Rafa Guerrero, debemos también aprender a convivir con ellas. Por lo tanto, ¿es posible que las pantallas puedan de alguna forma fomentar la creatividad? Para Mar Benegas, la respuesta es clara: "los mecanismos de las actuales redes sociales o los videojuegos están diseñados para la adicción y, por lo tanto, son una trampa y un destructor de la creatividad. El consabido algoritmo no busca cumplir ni desarrollar ninguno de los ocho criterios que desarrollan la creatividad que hemos nombrado en el libro sino mantenernos “pegados” a la pantalla. Puede haber un desarrollo cognitivo con determinados juegos o aplicaciones de habilidades mentales pero son los menos. Utilizar alguna pantalla para grabar, editar, poner música, etc., puede ser un potenciador creativo, pero hay que alejarse de aplicaciones y redes que sólo buscan “enredarnos” y mantenernos conectados".

Por lo tanto, las pantallas, en la mayoría de los casos y usos, matan la creatividad. También la productividad, el FOMO (Fear Of Missing Out) que también se inculca a los más pequeños llenando la agenda y el día de actividades. "Otro gran peligro es el juzgarnos constantemente. En muchas ocasiones, la infancia abandona actividades creativas porque son juzgados (o autojuzgados) por el resultado. Eso no quiere decir que no podamos ser autocríticos, pero con una visión de mejora y superación. Pero todo tiene un proceso y hay que ir vigilando la evolución. Esto contrasta también con la alta frustración que viven los muchachos hoy en día por no haberse enfrentado al fracaso".