Educación

"Networking" para introvertidos en la universidad: cómo crear una red de contactos si no eres el alma de la fiesta

La escucha activa o la observación hacen muy valioso el networking introvertido. Freepik
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MadridLa universidad es un espacio clave para construir amistades, proyectos y, sobre todo, redes de contacto que puedan abrir puertas en el futuro profesional. Sin embargo, para los estudiantes introvertidos, puede convertirse en todo un reto abrumador.

La idea de hacer networking suele asociarse a cócteles llenos de desconocidos, a hablar con seguridad con conferencias o a lanzarse a entablar conversaciones en cualquier pasillo. Pero, ¿qué pasa con aquellos jóvenes que no son el alma de la fiesta? ¿Su timidez hará que se queden atrás?

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La respuesta es no. Cada vez más investigaciones y expertos en educación coinciden en que ser introvertido no quiere decir que no se sea capaz de hacer networking, sino que se debe abordar de otra manera, mucho más enfocada en la calidad que en la cantidad.

Por qué el networking importa en la universidad

Un informe en la Harvard Business Review recuerda que entre el 70% y el 85% de las oportunidades laborales se consiguen gracias a contactos personales o profesionales. En la universidad, esos contactos pueden ser compañeros de clase, mentores, profesores o personas que comparten intereses en clubes o asociaciones.

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El networking no trata solamente de trabajo: también puede abrir puertas a proyectos de investigación, voluntariados, intercambios académicos o colaboraciones creativas.

Para los estudiantes introvertidos, establecer esta red de contactos puede ser difícil, ya que suelen sentirse cómodos en conversaciones profundas y en grupos reducidos, y cuando hay que enfrentarse a eventos grandes o situaciones de exposición social, se ven intimidados.

El problema llega cuando la universidad parece diseñada para premiar a los más extrovertidos. A quienes levantan la mano en clase, se apuntan a todas las actividades o hablan sin miedo con desconocidos. Pero, los introvertidos aportan un gran valor porque escuchan, analizan y crean relaciones mucho más significativas, aunque lo hagan a menor escala.

Estrategias de networking para introvertidos en la universidad

La buena noticia es que el networking no tiene que parecerse a una fiesta ruidosa. Hay muchas maneras de construir una red sólida desde la calma y la autenticidad.

Empezar por el círculo cercano

En lugar de pensar en muchos contactos, hay que centrarse en fortalecer la relación con los compañeros de clase o de prácticas. Conversaciones sobre un proyecto común o pedir ayuda en un tema difícil son oportunidades naturales de conexión.

Participar en actividades con propósito

Los clubes académicos, grupos de voluntariado o asociaciones culturales ofrecen entornos más reducidos y significativos para crear lazos. Allí, el contacto puede surgir de intereses compartidos, no de la obligación de “venderse” bien. De hecho, los estudiantes que participan en actividades extracurriculares tienen mayores probabilidades de desarrollar competencias sociales y acceder a oportunidades profesionales.

Aprovechar el poder del uno a uno

Para un introvertido, una conversación individual puede ser mucho más valiosa que un intercambio superficial en un evento masivo. Se puede invitar a un compañero a tomar un café o a repasar juntos un examen, esto puede ser el inicio de una relación más duradera.

Usar las redes sociales a favor

Plataformas como LinkedIn o foros universitarios permiten iniciar conversaciones de manera escrita, lo que da más tiempo a pensar las respuestas. Además, hacen más sencillo el conectar con profesionales o compañeros de forma menos intimidante que en persona.

Preparar “frases comodín” para eventos

Si se tiene que acudir a una charla o networking formal, se puede preparar de antemano un par de preguntas sencillas con las que comenzar conversaciones. Esto puede reducir en gran medida la ansiedad social y hace más fácil romper el hielo.

Enfocarse en la calidad, no en la cantidad

No se trata de coleccionar contactos como si fueran cromos, sino de construir relaciones genuinas. Tres o cuatro personas con las que se tenga confianza pueden ser mucho más valiosas que una agenda llena de nombres sin conexión.

Dar antes de recibir

El networking no es solo pedir favores. También es ofrecer ayuda, compartir recursos o recomendar oportunidades a otros. Este es un enfoque más empático que suele resultar muy natural para las personas introvertidas y fortalece los vínculos a largo plazo.

Cómo superar la ansiedad social en el networking

Superar la ansiedad social en el networking no quiere decir eliminarla por completo, sino aprender a gestionarla con estrategias prácticas: empezar poco a poco en entornos reducidos, ensayar conversaciones típicas con amigos de confianza, cambiar pensamientos negativos por enfoques más realistas, y cuidar los tiempos de descanso para recargar energía. Las habilidades sociales, igual que cualquier otra competencia, se desarrollan con práctica y refuerzo positivo, por lo que la clave está en la exposición gradual y la constancia.

Además, el networking de los introvertidos no es menos eficaz, es distinto: se basa en cualidades que aportan un valor único, como la escucha activa, la capacidad de generar confianza, la profundidad de las relaciones y la persistencia a largo plazo.