Preguntamos a los expertos si es normal que un anticiclón protagonice la Navidad

Marcos Fernández 22/12/2018 10:25

Al contrario, de lo que pudiéramos pensar es algo que no solo es normal, sino que es y debería ser lo habitual.

El invierno y no el verano es la estación de los anticiclones más potentes y duraderos. Muchos podrían pensar que con el tiempo caluroso y con un sol sin tregua, las altas presiones campan a sus anchas de junio a septiembre. Sin embargo, no es así. ¿Por qué?

¿Por qué debemos esperar anticiclones potentísimos en invierno?

El frío y la nieve tienen mucho que ver con la presencia de los anticiclónicos. Puede parecernos contradictorio, pero no lo es. Cuando tenemos una situación de temperaturas muy bajas y de superficie nevada (algo normal en invierno) el aire pesa mucho más y genera altas presiones, es decir, un espacio muy amplio marcado por la estabilidad: se forma una barrera infranqueable al 'mal tiempo'. A tiempo más gélido, más potencia tiene el anticiclón. Por eso, son tan potentes.

Rosalía Fernández nos explica que "es muy propio de latitudes septentrionales o de Eurasia". En esta época del año, "los lugares más gélidos, como son las regiones de Groenlandia y algunas zonas de Eurasia, favorecen que ese frío tan intenso acabe dando lugar a potentes anticiclones".

En determinadas ocasiones, en España llegamos a caer bajo su radio de acción de una forma clara y evidente con tiempo despejado y temperaturas gélidas. Incluso, según la posición que tengan "bombean hacia nosotros aire muy frío dando paso a olas de frío siberianas", que son episodios "de tiempo seco, despejado, pero con máximas próximas a los cero grados o poco más en muchos puntos del interior".

Estudios recientes también demuestran que la nieve caída previamente, si supera la cantidad habitual, también contribuye a que las altas presiones sean más fuertes y tengamos un periodo de estabilidad más prolongado. Casualmente, este otoño ha sucedido así en partes de Eurasia y en Canadá. Además, las pocas horas de luz también contribuyen a ello, porque acentúan el frío extremo en superficie.

¿Y qué está ocurriendo en España?

Lejos de tener una influencia de los anticiclones anteriores, lo que está ocurriendo en estos últimos días del año es un bloqueo zonal que viene de la mano del anticiclón de las Azores. Son las circunstancias habituales de invierno en las que se refuerza y no nos abandona durante, incluso, semanas.

Al igual que en verano "en invierno también recupera posiciones y abarca toda la Península". Encima de nosotros, se refuerza generando nieblas y temperaturas muy bajas en aquellas zonas donde se mantiene muy estable.

Suele mantenerse hasta que se impone una clara situación de inestabilidad porque cuanto más tiempo permanece sobre nosotros más se refuerza. La parte negativa: se dispara la contaminación, deja secas las estaciones de esquí, generan inversiones térmicas fundiendo la nieve acumulada en zonas altas y puede ocasionar también episodios de niebla duradera con heladas en forma de cencellada.

¡Hasta 50 días sin llover!

En ocasiones, los anticiclones han sido tan persistentes que han dado lugar a episodios de sequía. En las últimas décadas, se han sucedido momentos de hasta 50 o más días consecutivos sin lluvias.

Por ejemplo, entre enero y febrero de 1983, un centro de altas presiones de 1040 hectopascales dejó sin lluvia a toda la costa mediterránea por ese plazo de medio centenar de días. Mientras que el récord de presión más alta se midió en un 10 de febrero de 1989 con 1042 hectopascales. Esto nos da una idea de lo estable y potente que era este centro de alta presión.

Desde AEMET insisten en repetidas ocasiones en que, si bien no es nada deseable que ocurran este tipo de episodios, "es en invierno y no en verano cuando podemos tener más días consecutivos sin lluvias". De hecho, estos suelen acaecer en el ecuador del invierno, entre enero y febrero.

En ocasiones, puede adelantarse a diciembre o marcar el mes de febrero por completo. De momento, este año "ha llegado fiel a su cita dejándonos unas navidades estables y soleadas por un periodo, al menos, de unos diez días", en palabras de nuestra meteoróloga, Rosalía Fernández, que pone el acento en que esta situación "es normal” y sucede con frecuencia en nuestra latitud donde "el anticiclón de las Azores" marca las pautas del tiempo.