Las prendas calefactables se han convertido en la solución para quienes están obligados a exponerse a las bajas temperaturas invernales. Plantillas, calcetines, pantalones, chaquetas, gorros, bufandas, guantes y muchas más, pueden hacer tu vida más fácil con una simple pila o batería.
Prendas calefactables para los pies
Cuando la temperatura exterior es muy baja y especialmente cuando caminas o haces deporte sobre la nieve, los pies y especialmente los dedos son los primeros que lo sufren. Si los pies están fríos, sientes que todo el cuerpo lo está, así que puedes optar por una de estas dos soluciones: plantillas o calcetines calefactables.
Las plantillas calefactables están especialmente indicadas para las botas de nieve. Las hay de dos tipos: las que proporcionan calor sólo en los dedos y las que calientan toda la planta del pie. En cualquier caso, el sistema de calefacción se alimenta con pilas. La caja va sujeta a la pierna con una liga para poder acceder fácilmente al encendido y apagado del sistema de calefacción.
En cuanto a los calcetines calefactables, los cables de alimentación van tejidos por dentro de la tela, llevan una batería sujeta al calcetín y, actualmente, el encendido y apagado se puede hacer por bluetooth y los más modernos permiten regular su temperatura desde el móvil mediante una aplicación. El único consejo que tienes que seguir es invertir algo de dinero para que el calcetín sea eficaz y la calefacción te dure algo más de un fin de semana.
Pantalones calefactables
Están especialmente indicados para la nieve y para quienes viajan en moto o bicicleta en días de muchísimo frío. Pueden ser interiores, como una malla para llevar debajo de otro pantalón, o exteriores, diseñados para llevar otra prenda debajo para evitar roces y heridas en la piel. También varían por el tipo de alimentación, que puede ser independiente o necesitar conectarse a una batería externa (de coche o moto). En este último caso es necesario comprobar que la batería puede soportar la instalación de este dispositivo.
Chalecos y chaquetas
Otra opción para mantener caliente el cuerpo son los chalecos y chaquetas con batería. Un chaleco calefactable es perfecto cuando se necesita calor en la espalda y en la zona lumbar, pero si es necesario mantener también calientes los brazos, hay que hacerse con una chaqueta. Son resistentes al viento, pero dependiendo del revestimiento exterior pueden ser incluso resistentes al agua o requerir una capa exterior cuando las condiciones climatológicas sean adversas.
Guantes, gorros y bufandas
Para mantener las manos calientes, cuentas con dos tipos de prendas calefactables: guantes o manoplas, que suelen ser gruesos pero flexibles, y sotoguantes, que se ajustan a la mano y se pueden utilizar debajo de cualquier guante normal. Ambos utilizan el sistema de calefacción a pilas que va colocado en la muñeca, para que sea fácilmente accesible. Generalmente incorporan en los dedos la tecnología necesaria para poder utilizar los dispositivos táctiles sin necesidad de desprenderse de ellos.
Si notas que el frío se te va por la cabeza, la opción es un gorro de lana y fibra de carbono que se calienta con batería de litio. El calor se regula mediante un interruptor con tres niveles de control de temperatura.
Para el cuello, nada como una braga que genera calor por rayos infrarrojos mediante tres paneles que se alimentan con una batería de litio.
Y para casa…
Las zapatillas con pila oculta. Este modelo de zapatillas fabricadas en un material suave y con suela antideslizante, tienen un compartimento secreto con batería oculta que se maneja con un interruptor fácilmente accesible. Puede alcanzar una temperatura de hasta 45 grados centígrados y se puede lavar en la lavadora retirando siempre la batería.