Las tormentas, como un buen plato de comida, no se cocinan solas. Para que se formen se necesitan dos ingredientes básicos: aire frío en altura (a 5.000 metros, más o menos) y aire cálido en la superficie. Cuanto mayor sea el contraste entre estos dos elementos, más virulentas serán las tormentas.
En el caso que nos ocupa, una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) se aproximará a partir del sábado, 8 de septiembre, por el Atlántico. Por el lado oriental del país, en el Mediterráneo, se aproximará abundante vapor de agua del Mediterráneo, bastante más cálido que en las alturas. Al juntarse en la costa, producirán tormentas de suma importancia, especialmente en el cuadrante sureste y sur del país.
*Imagen: probabilidad de precipitación prevista para el sábado, 8 de septiembre
Concretamente, las regiones más afectadas serán el área del Estrecho, Melilla, Andalucía oriental, Región de Murcia, Comunidad Valenciana, y extremo oriental de Castilla La Mancha. Según la Aemet, "la zona de máxima inestabilidad se irá desplazando lentamente hacia el este a lo largo de estos días, pudiendo afectar también a Baleares a partir del domingo".
Las lluvias se mantendrán en estas regiones, al menos, hasta el martes 11. Para entonces los modelos no lo tienen muy claro, pues la intensidad de la DANA y su trazabilidad es una de las cosas más difíciles de predecir en meteorología.
*Imagen: la DANA a 5.000 hPa (5.500 metros) el próximo domingo, 9 de septiembre
La Aemet apunta a que oscilará su posición entre el Atlántico al suroeste de Portugal y el suroeste peninsular. Aun así, y con los datos en la mano, se prevé que "el martes la mayor probabilidad de precipitaciones se localiza en el cuadrante suroeste y extremo sureste peninsular, y área del Estrecho", y que no será hasta el miércoles 12 cuando tiendan a generalizarse a buena parte de la Península y, quizá también, a Baleares.
¿Hasta cuándo estará la DANA con nosotros?
Es imposible asegurar con una alta probabilidad hasta cuándo estará la DANA pululando por nuestro país, pero la Aemet apunta a que no será hasta el fin de semana, días 15 y 16, cuando comience a producirse un debilitamiento y, por tanto, una disminución de la extensión de las precipitaciones o, al menos, de la intensidad de las mismas.