Suele ocurrir, como ha sucedido este año, que antes del 'veranillo de San Miguel', el tiempo se torna otoñal en buena parte del país y anticipa el final del tiempo de playa y piscina. Pero, cuando ya tenemos una mano en el paraguas y la otra en la chaqueta, el verano vuelve a sorprendernos. Algunos años, como en 2014, las temperaturas se han disparado claramente por encima de los 30 grados y el calor se ha prolongado hasta bien entrado octubre. Esto no sería lo normal.
Lo que sí entra dentro de la normalidad son estos días cálidos en pleno estreno del otoño. Es lo que se llama' veranillo de San Miguel' o 'del Membrillo', porque coincide con esta fecha en el santoral (29 de septiembre) y con la recolección del fruto ya maduro. Además, esta prolongación del verano no es algo que ocurra solo en España sino también en otras áreas del hemisferio norte como en Estados Unidos donde se conoce este episodio veraniego como Indian Summer.
En los meses de transición, por ejemplo septiembre, es normal este tiempo un poco loco en pleno cambio de los patrones atmosféricos en el paso de una estación a otra. De hecho, como anécdota, a veces ocurre en pleno mes de junio una repentina y notable bajada de las temperaturas que nos hace recordar que la primavera puede ser también invierno. Es lo que en Alemania llaman el Frío de la Oveja, porque coincide con las semanas en que el calor empieza a apretar y se esquila a estos animales a los que el frío pilla, de nuevo, por sorpresa.
Y, ahora que estamos metidos en pleno 'veranillo de San Miguel' conviene explicar que sucede porque se imponen los vientos del sur y una masa de aire cálida alcanza Europa y nos pilla de lleno en España. En función, de lo potente que sea, estos días de calor moderado duran más o menos. Lo normal es que la irrupción de otra masa de aire frío o una potente borrasca atlántica corte de lleno con el 'veranillo de San Miguel' y nos devuelva, ya de verdad, al otoño.
'El veranillo de San Martín, tres días y fin'
Popularmente, y aunque parezca mentira, en noviembre también tiene lugar otro pequeño repunte de las temperaturas en el 'veranillo de San Martín'. Y ya lo dice el refrán: 'el veranillo de San Martín, tres días y fin'.
Ahora bien, estos veranillos no ocurren todos los años. En ocasiones, ni siquiera hacen acto de presencia. En 2013, sin ir más lejos, la semana del 22 al 29 de septiembre fue lluviosa con máximas que no superaron los 18 grados en buena parte de la Península. Sin embargo, el descenso gradual de temperaturas si es fiel a su cita, especialmente porque durante septiembre y respecto a agosto perdemos nada menos que una hora de luz solar.
Esa menor insolación es la responsable de la amplitud térmica tan notable en los primeros días del otoño con temperaturas incluso por debajo de los cinco grados o con alguna débil helada en áreas de montaña frente a las temperaturas máximas, que rondan o superan los 20 grados. ¡Casi 20 grados de diferencia entre el día y la noche!
Conforme nos adentremos en el otoño (que durará 89 días y 20 horas) esa diferencia de temperaturas entre el día y la noche se irá atenuando tendiendo, eso sí, a la baja a medida que nos acercamos inexorablemente al solsticio invierno.
Como dato curioso, para estrenar el otoño, durante estos primeros días veremos un eclipse total de luna. Será el domingo 28 y si la lluvia lo permite podremos verlo desde toda Europa.
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* Marcos Fernández (@marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.