Jorge Olcina, geógrafo, sobre la virulencia de los temporales: “Ya no hay marcha atrás"

  • Jorge Olcina es el presidente de la Asociación Nacional de Geógrafos Españoles y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante

  • El cambio climático ha provocado el calentamiento del océano Ártico que está detrás estas borrascas que acumulan gran cantidad de energía

  • "En solo unos meses se han producido cuatro episodios intensos de gota fría", afirma

La borrasca Gloria está provocando fenómenos nunca vistos en el Mediterráneo con récords de oleaje, lluvia, viento y nieve. El presidente de la Asociación Nacional de Geógrafos Españoles y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, el catedrático Jorge Olicina, explica a NIUS, cómo el cambio climático está en el origen de estas consecuencias catastróficas.

Pregunta: La borrasca Gloria está afectando a todo el litoral mediterráneo desde Murcia a Girona, tanto en la costa como en el interior. ¿Por qué es tan potente esta borrasca? ¿Qué la diferencia de otras?

Respuesta: El origen de esta borrasca lo encontramos en el cambio climático. Uno de los principales efectos es el calentamiento del océano Ártico, que está provocando que la corriente en chorro que es la que mueve las borrascas por la atmósfera, circule con menos velocidad y de forma ondulante, llegando a nuestra latitud. Este aire frío en partes altas de la atmósfera, unido a la alta temperatura del mar mediterráneo hace que se generen estos fenómenos que acumulan gran cantidad de energía.

P: ¿Esta borrasca está dejando registros nunca vistos en el este peninsular?

R: Estamos ante una borrasca que no viene del Atlántico, es propia del Mediterráneo, generada en la parte occidental. Esto está ocurriendo cada vez con más frecuencia. El mar está muy cálido y es muy inestable, lo que favorece la generación de estas tormentas intensas. Las olas son más altas que nunca, el viento es muy fuerte, las nevadas están dejando registros históricos y se han recogido hasta 500 litros de agua por metro cuadrado en dos días.

P: Estos fenómenos siempre han sido típicos del otoño. ¿Ahora se pueden dar en cualquier estación?

R: Sí, estos fenómenos eran propios del otoño y pasaban varios años entre uno y otro. Pero ahora en solo unos meses se han producido cuatro episodios intensos de gota fría en diferentes épocas del año. En octubre se registró una en Cataluña. En septiembre afectó a la Vega Baja y Murcia y en abril en la Marina Alta (Alicante). Ahora en pleno invierno ha llegado esta borrasca.

En solo unos meses se han producido cuatro episodios intensos de gota fría en diferentes épocas del año

P: ¿Estamos ante un ciclo o estos fenómenos extremos van a continuar?

R: Ya no hay marcha atrás, las tendencias de desarrollo son muy claras. Estos fenómenos van a ser cada vez más intensos y más frecuentes. Antes teníamos indicadores independientes como el aumento de la temperatura que nos iba dando pistas, pero ahora ya tenemos aquí los efectos del cambio climático.

P:¿Y a partir de ahora qué?

R: Ahora que se ha declarado la emergencia climática en nuestro país ha llegado el momento de actuar y de tomar medidas. Las lluvias son cada vez más torrenciales, no se pueden aprovechar, y provocan más daños. Tenemos un territorio mal preparado para estos fenómenos, con viviendas mal ubicadas en primera línea de costa. Cuando se dan estas borrascas con lluvia, viento y oleaje se producen desastres que afectan a las infraestructuras y lo que es peor víctimas humanas.

P: ¿Qué propone para paliar estas consecuencias catastróficas?

Hay países como Holanda que ya están trabajando. Tienen un Ministerio de Cambio Climático. Nosotros debemos ponernos al día y buscar respuestas. Esto afecta a la política agraria, industrial o sanitaria. El objetivo es que no muera gente, conservar las vidas humanas.

R: ¿Cómo puede afectar esto a la industria del turismo?

Se han cometido barbaridades urbanísticas. Como consecuencia de las anteriores leyes de costas se permitió construir en los años sesenta junto al mar y ahora se están viendo las consecuencias. Habría que cambiar la primera línea de playa de muchos municipios. Estos días se han destrozado numerosos paseos marítimos en toda la costa y en muchos casos no es la primera vez. Esto supone reinvertir de nuevo para repararlos y volverá a pasar. El turismo hay que mantenerlo sí o sí, pero hay que adaptarlo a las nuevas circunstancias.