Sinceramente, estas precipitaciones durarán poco. A pesar de que la probabilidad de lluvias se ha disparado en la capital en las últimas horas, no es tanta la cantidad que se espera que llueva. Entre la tarde y la madrugada del miércoles, probablemente apenas caigan entre 0,1 y 0,3 mm cada hora, una cantidad que no logrará, ni de lejos, recuperar algún centímetro de agua en los embalses.
La buena noticia es, sin embargo, la capacidad que tendrá para limpiar la atmósfera de contaminación. Desde hace días la preocupación en torno a los niveles de NO2 no ha hecho sino aumentar, mientras las restricciones de tráfico se mantenían entre el escenario 1 y el 2.
Ahora, con la llegada de esta borrasca húmeda y cálida del sur, las partículas de polvo se moverán, y probablemente se limpie la atmósfera. Aunque no es la solución definitiva al problema medioambiental y de salud que implica la concentración de dióxido de nitrógeno, sí dará un respiro a los madrileños, que cada vez más se han apuntado a llevar mascarillas.
Mientras tanto, y a la espera que se reestablezca el orden tras las lluvias, la ciudad vive inmersa en un espíritu de celebración y gozo. Así lo han transmitido en las redes sociales. Ojalá regresen pronto.