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La temporada de ciclones tropicales está en su pico de actividad, y se nota. Hay tres centros de bajas presiones rondando Estados Unidos, y las tormentas nombradas Paulette y René cogen fuerza en medio del Atlántico tropical. Mientras tanto, en la costa africana, entre Guinea y Sierra Leona, asoma una perturbación que podría convertirse en Sally, que sería la número 18 en bautizarse este 2020.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) está emitiendo avisos sobre Paulette, ubicada sobre el Atlántico tropical central, y en René, que no se encuentra demasiado lejos. La que más preocupa por el momento es la primera, nombrada por la P por ser la tormenta número 16 de la temporada, que podría amenazar Bermudas en los próximos días.
Aunque ha perdido algo de fuerza y lo hará en las próximas 24 horas, el NHC pronostica que Paulette se volverá a fortalecer el sábado al atravesar aguas con una temperatura de unos 29ºC. “Paulette podrá convertirse en huracán el domingo o lunes”, ha dicho el centro a través de un comunicado.
“Se espera que las marejadas generadas por Paulette lleguen a zonas de las Islas Sotavento el jueves en la noche y el viernes, y que continúen dispersándose hacia el oeste hacia las Antillas Mayores, Bahamas y Bermuda durante el fin de semana”, añade. “Estas marejadas probablemente causaran olas rompientes y corrientes marinas que pueden poner el riesgo la vida de las personas”, concluye.
En cuanto a René, pronostica: “Se prevé un fortalecimiento adicional los próximos días, y se espera que se convierta en un huracán el sábado”, aunque en su caso no hay amenaza en tierra. El riesgo es únicamente para las embarcaciones.
En cuanto a la última perturbación que se sitúa frente a África, "se espera que se forme para este fin de semana o principios de la próxima semana (con un 90 % de probabilidad), mientras que el sistema se mueve generalmente hacia el oeste a través del Atlántico tropical". Probablemente entre los días 14 y 16 la veamos convertida ya en una tormenta tropical nombrada Sally. No se descarta que sea una preocupación a largo plazo para el Caribe y América del Norte.