¿Dónde se registran los vientos más intensos en España?
Normalmente, si has visto alguna vez la previsión del tiempo te habrás dado cuenta de que los meteorólogos hablan de altas y bajas presiones circulando sobre nosotros, en la atmósfera. Pues precisamente la diferencia entre unas y otras es la que actúa, grosso modo, para que el viento sople, aunque hay otros factores a nivel global que también son determinantes y que regulan el clima a nivel mundial. Si no fuera por ellos, el viento siempre soplaría en la misma dirección y, afortunadamente, no es así.
En el día a día, dentro de esa circulación atmosférica, rigen unos patrones en todo el planeta que son los que determinan la presencia de altas presiones en torno a las que se forman las borrascas. Para nosotros, el anticiclón más conocido es el de las Azores, el que garantiza tiempo estable, seco y soleado.
Mientras que los anticiclones hacen que el aire escape de ellos proporcionando una estabilidad máxima, las borrascas tienden a rellenarse de ese aire. Por eso también notamos la presencia de vientos fuertes con un sistema de bajas presiones frente a su ausencia cuando tenemos un dominio absoluto del anticiclón.
Dejando aparte los tornados y los huracanes, a diario se registran vientos intensos y rachas máximas con carácter huracanado, por ejemplo, en todo el planeta. Sin ir más lejos, este 2016 se ha estrenado con una sucesión de temporales que han favorecido que sople mucho viento en toda la Península, especialmente, en el Cantábrico y en zonas de montaña donde hemos registrado hasta 140 Km/h en Estaca de Bares (A Coruña) o 138 km/h en la estación de esquí segoviana de La Pinilla. Desde luego, rachas de viento más que considerables.
Uno de los lugares del mundo donde más sopla el viento, por sus circunstancias orográficas, es el Monte Washington en el estado de New Hampshire en EEUU. De hecho, hasta hace poco tenía la racha de viento máxima jamás registrada, que es de 372 km/h.
Albergó el récord desde 1934 hasta que en 2010 una racha de 408 km/h en la Isla Barrow en Australia lo superó . Estas rachas no solo son impresionantes sino que también son mortales de necesidad porque arrastran consigo todo lo que encuentran a su paso.
La Antártida, Polo Sur, es uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra y no solo tiene el honor de haber alcanzado la temperatura más baja jamás registrada a escala planetaria sino que al tratarse de un territorio sin grandes masas de tierra que frenen la velocidad del viento desencadena tormentas con rachas de viento que superan los 300 km/h. Una de ellas alcanzó los 320 km/h en la Bahía de la Commonwealth.