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Lo peor del temporal invernal y de levante que se ha vivido en el Mediterráneo estos días ya ha pasado. El viento va perdiendo fuerza a medida que el anticiclón de Reino Unido se debilita y hace hueco para la baja que quedó aislada el domingo pasado sobre la Península, lo cual está favoreciendo que pueda retirarse por el suroeste a mitad de semana. No obstante, con el aumento paulatino de las temperaturas y la mejoría del tiempo, un fenómeno pone en riesgo nuestras montañas y el entorno de nuestros ríos: el deshielo y los aludes.
La nieve se ha amontonado por todas partes en las provincias del este peninsular –Teruel, Valencia, Castellón, Zaragoza, Albacete, Murcia, etc.–. Se ha llegado a registrar casi un metro de nieve en varias localidades, donde la circulación se ha visto interrumpida y la nieve incluso ha dado lugar a la muerte de un hombre por hipotermia.
El mayor riesgo de deshielo se da ahora en la provincia que se vio especialmente afectada el martes, Teruel. Municipios turolenses como Valderrobles, Torre de Arcas y Fuentespalda sufrieron cortes de luz, y Pitarque o Montoro de Mezquita quedaron aislados por la complicación en las carreteras de acceso.
Por este motivo, el aumento de hasta 5ºC que se va a producir entre el miércoles y el jueves, va a derretir el hielo y la nieve, lo cual sumará agua al caudal de algunos ríos que se vigilan por lo que pueda pasar. También el Ebro podrá seguir sumando nivel de agua.
En cuanto al riesgo por aludes, habrá que andarse con ojo en el Pirineo catalán, en aviso amarillo. La nieve venteada y reciente podrá provocar desprendimientos por las rachas del este. La Agencia Estatal de Meteorología advierte de que se podrán producir "aludes medianos de tamaño 2 (capaces de sepultar una persona)" en cotas medias y altas.
Desde la Pallaresa hacia el este, al este de la Cerdaña, y en cotas elevadas de la Pallaresa y Perafita-Puigpedrós, especifica, los aludes podrán ser más grandes, de tamaño 3 y 4 (capaces de sepultar un grupo o "destruir un pequeño bosque", indica).