Se trata de una situación típica de la primavera, donde los cambios constantes y vaivenes meteorológicos en los que tan pronto salimos a la calle con manga corta que pasamos al abrigo están a la orden del día. En este caso, el motivo es la llegada de una vaguada atlántica que, acompañada de un embolsamiento de aire frío, hará que se desplomen los termómetros en todo el país.
Lo comenzaremos a notar el viernes por el noroeste peninsular, pero el sábado el descenso se producirá de forma generalizada. Para entonces nos encontraremos en general con valores entre 1 y 3 grados por debajo de lo normal (más frías en el norte y tercio este peninsular), mientras que seguirán siendo más cálidas en el interior de la vertiente mediterránea.
*Imagen: anomalía de temperaturas máximas para el sábado, 28 de abril / @crballesteros
Para el domingo, 29 de abril, el descenso será más intenso, ya que las temperaturas seguirán bajando hasta máximas entre 10ºC y 15ºC en el norte e interior peninsular. Seguirán siendo algo más altas en el litoral mediterráneo y Andalucía, con 20ºC de máximas y 10ºC de mínimas.
En general, el país se situará con temperaturas entre 3 y 5 grados por debajo de lo normal en amplias zonas del país, y entre 5 y 10 grados más frías en las regiones de Salamanca, Ávila, Extremadura, Toledo, Ciudad Real, y norte de Huelva y Sevilla.
*Imagen: anomalía de temperatura máxima para el domingo, 29 de abril / @crballesteros
Tal y como muestran los mapas de previsión, las temperaturas anormalmente bajas se quedarán con nosotros, al menos, hasta mediados de la semana que viene, dado que el embolsamiento de aire frío planeará inmóvil sobre nuestras cabezas durante unos cuantos días.
A partir del jueves, las previsiones no tienen claro si se moverá, si seguirá presente, o si será desplazado por una nueva vaguada. En cualquier caso, de lo que no hay duda es que el 'inviernillo' va a regresar.