¿Qué es el vórtice polar que congela EEUU?

Marcos Fernández* | Meteoralia 28/01/2016 09:48

El vórtice polar es, a menudo, uno de los responsables de las bajísimas temperaturas que han alcanzado en los últimos inviernos en la costa este de EEUU y buena parte de Canadá. Al margen de las nevadas que puedan llegar asociadas, provoca un notable descenso de las temperaturas a valores propios de los polos en latitudes que, aunque habituadas al frío, marcan registros de hasta -40ºC.

De hecho, el vórtice polar es un fenómeno meteorológico que está siempre presente y su función es vital para nuestra supervivencia y el desarrollo de la vida tal y como la conocemos. Los vórtices son extensas áreas de aire giratorio que se encuentran sobre ambos polos, Norte y Sur, a la altura de la media y alta troposfera y la estratosfera.

Gracias a él, el aire gélido que contienen los polos se mantiene retenido y no desciende a otras latitudes cercanas, como áreas de Canadá o EEUU o, también, el continente europeo. Aunque en los últimos años, los inviernos han sido, en general, suaves, el vórtice polar también desciende de latitud en Europa dando paso a temperaturas bajísimas.

Los vórtices polares se debilitan en verano, pero se hacen fuertes y extensos durante el invierno. En función de distintos factores, durante los meses más fríos del año puede ocurrir que ese aire gélido atrapado en el interior del vórtice polar se libere y descienda a capas inferiores de la atmósfera y termine en las latitudes mencionadas.

El vórtice polar antártico es más pronunciado que el ártico, mientras que este tiene dos centros bien definidos: uno se encuentra al noroeste de Siberia y el otro sobre Canadá, en torno a Baffin Island, envolviendo las altas presiones de su interior.

Que el frío de origen ártico se mantenga retenido dentro del cinturón de altas presiones del Polo Norte, por ejemplo, depende de la corriente en chorro, que impide que el vórtice bascule hasta alcanzar latitudes inferiores. Pero, cada temporada es distinta de la anterior. Si la corriente en chorro se encuentra debilitada favorece la ondulación del vórtice polar. Este, al ondular favorece que el aire frío que contiene 'se escape' y descienda hacia el Sur. En consecuencia, da origen a intensas olas de frío en Norteamérica y en Europa.

Sin embargo, si la corriente en chorro es intensa y no se ondula tiene la suficiente fuerza como para impedir que el vórtice polar realice incursiones en latitudes menos septentrionales. En los últimos inviernos, esta ha sido la tendencia general en Europa con temperaturas más cálidas de lo normal y apenas sin incursiones de aire frío de origen polar.

En este sentido, podemos clasificar los inviernos dentro de lo que se llama 'Oscilación Ártica' y que viene a decirnos si el chorro polar es fuerte o débil y, por tanto, si esperamos olas de frío o, por el contrario, inviernos normales o benignos.

Hasta el año 2010 aproximadamente, tuvimos una oscilación ártica (OA) negativa, es decir un chorro debilitado que abría las puertas a grandes olas de frío de origen polar en Europa. Por el contrario, en los últimos años predomina el patrón de OA positivo con un chorro intenso, que impide esas grandes incursiones que sí hemos visto en el centro de vórtice que se encuentra sobre Canadá afectando a buena parte de Norteamérica con alguna de las olas de frío más rigurosas que se recuerdan en las últimas décadas en buena parte de EEUU.

Los expertos en Clima analizan las OA positiva y negativa en relación al calentamiento progresivo del Ártico en las últimas décadas, en especial, en el SXXI. Algunos científicos opinan que ese incremento notable de la temperatura en el Polo Norte podría ser la explicación a las constantes incursiones frías en parte del hemisferio norte en los tres últimos inviernos aunque a día de hoy no hay una conclusión acerca de este fenómeno.

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*Marcos Fernández (@marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.