La cronología del asesinato de Miguel Ángel Blanco, el crimen que marcó el inicio del fin de ETA

Este domingo se ha celebrado un acto de recuerdo al concejal del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco, con motivo del 25 aniversario de su secuestro y asesinato a manos de ETA. Su secuestro fueron las 48 horas más angustiosas que se recuerdan durante los años de terror de ETA, y empezaron un día como hoy.

Un comunicante anónimo que decía hablar en nombre de ETA fue quien avisó del secuestro a través del diario abertzale 'Egin'. El hombre secuestrado era Miguel Ángel Blanco, un joven de 29 años, afiliado al PP desde hacía dos, el mismo tiempo que llevaba de concejal en la pequeña localidad vizcaína de Ermua. 

Todo ello ocurrió cuando solo hacía 9 días que la Guardia Civil había liberado a Ortega Lara. ETA y su entorno estaban rabiosos, y el Gobierno dejaba claro que no aceptaba el chantaje.

Las concentraciones para liberar a Miguel Ángel Blanco se sucedieron por toda España

Durante el secuestro se sucedieron las concentraciones por toda España que pedían la liberación de Miguel Ángel. También en Ermua, su pueblo. La cuenta atrás para salvarle había comenzado.

Los medios informaban minuto a minuto, y se produjo un despliegue policial sin precedentes para buscar al joven, con una reunión extraordinaria y urgente de la Mesa de Ajuria Enea incluida.

El lehendakari hablaba de un acto cobarde y vengativo de una ETA desesperada y resentida, y convocaba para el día siguiente en Bilbao una gran manifestación de protesta. Fue a las 12, cuatro horas antes de que expirara el ultimátum de los terroristas.

La respuesta popular fue sorprendente: 500.000 personas acudieron a la manifestación más multitudinaria celebrada jamás en la capital vizcaína. A la marcha también asistió el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar.

Un país entero en vilo, con el corazón encogido, pero con el coraje para salir a las calles a gritar lemas como "Eta no, vascos sí".

En total, más de 6 millones de personas se manifestaron por todo el país durante aquellas 48 angustiosas horas, pero ETA no escuchó y cumplió su amenaza.

A Miguel Ángel le encontraron a las afueras de Lasarte con dos tiros

A Miguel Ángel le encontraron a las afueras de Lasarte, con los ojos vendados, la boca tapada, maniatado y con dos tiros que le dejaron en estado de muerte cerebral. Horas después falleció en el Hospital Donostia.

Una mezcla de tristeza y rabia envolvió al país, y en los dos días siguientes hasta el funeral de Miguel Ángel, las manifestaciones de rechazo fueron aún más multitudinarias, pero no solo contra ETA. Ese clamor de toda España fue el único alivio que tuvo la familia de Miguel Ángel Blanco. ETA seguiría asesinando casi 13 años más, pero aquel crimen marcó el comienzo del fin de la banda terrorista.