¿100 segundos de despiste mortal o falta de seguridad? Lo que deberá demostrar el juicio de Alvia

¿Fue el accidente del tren Alvia culpa del maquinista? ¿Es Adif responsable? La jueza ha admitido el uso de una conversación de 100 segundos que despistan al conductor del tren. "He tomado la curva a 200. Es mi conciencia y los pobres viajeros. Se lo tenía dicho a seguridad que era muy peligroso". Una carta del jefe de seguridad de Ourense ya señalaba los riesgos de seguridad de ese tramo. las ganas de hacer historia por parte de los políticos no ayudó tampoco. Al final, el 24 de julio de 2013 ocurrió uno de los accidentes ferroviarios más grande de España.

El tren Alvia 04155 procedente de Madrid con destino Ferrol descarriló en su entrada a la estación de Santiago, concretamente en la curva de Angrois. Entró en la curva a 200 cuando el tramo era de 80. Dejó 80 personas muertas y más de un centenar de heridos. Ahora, nueve años después, ha dado comienzo el juicio en el que se sentarán como acusados el maquinista y el jefe de seguridad de Adif en aquellos momentos.

Durante todo este tiempo se ha realizado una investigación, que para las familias de las víctimas es insuficiente. Esta investigación en un principio apuntaba a que todo ocurrió por un despiste del maquinista que no frenó a tiempo. Después, en una segunda investigación también se apuntó a un problema en el sistema de frenos de la vía. Aunque desde la plataforma por las víctimas Alvia 04155 siguen reclamando una investigación independiente para demostrar que también hubo múltiples fallos de seguridad que propiciaron el accidente.

El maquinista tomó la curva al doble de velocidad de la permitida

La caja negra del tren conducido por Francisco José Garzón delató que el tren impactó contra el muro a 153 kilómetros por hora, aunque las investigaciones apuntan a que el convoy se adentró en la curva de A Grandeira a casi 200 km/h. Una curva que está limitada a 80 kilómetros de velocidad.

La curva peligrosa, que se encontraba tras una larga recta en la que el tren cogía una alta velocidad, no se señalizaba con la suficiente antelación según se confirmó con la investigación. Además, un informe realizado por la aseguradora de Renfe alertaron que en esa curva "había un riesgo previsible y no tolerable".

Tras el incidente, Garzón reconoció que se despistó con una llamada de su interventor que le impidió frenar con la suficiente antelación. En múltiples ocasiones, el conductor ha lamentado lo ocurrido, así como ha pedido perdón a las víctimas y ha reconocido que se siente "responsable" por el siniestro "pero no culpable". "Si tengo que pagar, yo pago, pero que pague más gente"

La misma investigación también demostró que la modificación del proyecto de la línea ferroviaria previa a su inauguración "dejaba desprotegida la curva de A Grandeira, lugar donde existía una transición significativa de velocidad que, de esta manera, quedaba confiada, en exclusiva, a que el maquinista del tren respetase la señalización de la vía y el cuadro de velocidades del tren que tenía a su disposición, sin que existiera ningún otro elemento de seguridad que conjurase el riesgo de fallo humano".

Problemas en el sistema de frenos de la vía

Tras una nueva apertura de la investigación, a petición de la Audiencia Provincial, el juez decidió imputar al jede de Seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, en el momento del accidente, por autorizar la desconexión del sistema ERTMS en el tramo del AVE Madrid-Santiago. Una tecnología que es capaz de regular la velocidad del tren de forma automática y que habría impedido el accidente.