Guardia Civil cree que el investigado por la muerte de Esther López estuvo en la curva donde apareció muerta la noche siguiente a su desaparición

  • En un nuevo informe al juzgado, el Grupo de Apoyo Técnico Operativo refleja que los teléfonos de la víctima y el sospechoso estuvieron juntos hasta las 9:13 y perdieron la cobertura durante tres horas

  • En ese tiempo, los terminales realizaron varios desplazamientos por la zona de Traspinedo

  • Al día siguiente, el terminal de Óscar le sitúa durante 19 minutos en una zona “compatible” con la gasolinera donde ha negado estar, y donde las cámaras registraron el lavado de un coche similar al suyo

La Guardia Civil estrecha el cerco sobre Óscar S.M, hasta el momento el único investigado por la muerte de la joven vallisoletana Esther López en la localidad de Traspinedo. O mejor dicho, es la telefonía la que pone en entredicho varias de sus declaraciones judiciales, según la conclusión de un nuevo informe enviado al juzgado por el Grupo de Apoyo Tecnológico Operativo (GATO) de la Guardia Civil. Según las conclusiones de su análisis, centrado en los datos de los teléfonos de la víctima, del investigado y del coche del sospechoso (equipado también con una tarjeta GSM), los terminales de Esther y Óscar estuvieron juntos durante la noche, se movieron en varias ocasiones por Traspinedo y se separaron sobre las 9:13 de la mañana. 

Al medio día, el terminal del investigado estuvo en una zona “compatible” con una gasolinera que ha negado visitar. Una estación de servicio donde la Guardia Civil piensa que lavó el coche después de atropellar a la joven. Cuando llegó la noche siguiente, su móvil le sitúa también durante 20 minutos en otra zona “compatible" con la curva donde la joven apareció muerta tres semanas después de su desaparición. Junto al cuerpo, los agentes encontraron el móvil de Esther. Parecía limpiado y sin una sola huella.

Por eso para los agentes, la información de los teléfonos móviles ha sido siempre determinante para el caso. De hecho, los investigadores tuvieron la suerte de poder acceder a todos los datos de la cuenta de Google de la joven con una contraseña antigua, ya que estaba todavía a nombre de un propietario anterior. Un amigo que le había regalado el móvil. Ahora, los expertos de la Guardia Civil han elaborado un informe más concienzudo, que sitúa al sospechoso en varios de los puntos clave para la investigación gracias a la triangulación de las antenas GSM.

Como metodología de trabajo, los agentes rastrearon la zona durante nueve días (entre los meses de enero y junio) midiendo con aparatos especializados la intensidad de la señal en las zonas más importantes para el caso. Fueron diez los puntos prefijados para el análisis, cada uno con una letra identificativa. El Punto “O” es la casa de Óscar, donde el investigado mantiene que estuvo toda la noche durmiendo después de dejar a Esther en un cruce cercano. El Punto “G” es la gasolinera de Valladolid donde las cámaras grabaron un coche igual al suyo la mañana siguiente a la desaparición. Él niega haber estado allí lavando el coche. El punto “E”, por la chica desaparecida, es el lugar donde apareció el cuerpo de Esther López

Conclusiones

De una forma muy simplificada, los agentes han cruzado las conclusiones de sus muestreos sobre la intensidad de la señal de telefonía con los datos obtenidos de los registros de las operadoras sobre esas mismas antenas, pero en relación a los tres terminales investigados. Para ello, utilizan el llamado Cell Global Identity (CGI), una especie de matrícula que identifica a cada una de las antenas de la red de telefonía en el mundo por un código de país y operadora. En España, todas empiezan por 217, seguido de dos dígitos para cada operadora, siendo por ejemplo el 07 para Movistar y 03 para Orange.

Así, la noche de su desaparición los agentes concluyen que los tres terminales analizados están prácticamente hasta las 9:13 en la misma zona, pero con un punto negro: tanto el móvil de la víctima como el del sospechoso estuvieron fuera de cobertura tres horas, entre las 03:33:00 las 06:35:00 del día de la desaparición. De hecho, el móvil de Óscar entra minutos antes en el apagón de señal, sobre las 3:17 según los informes de la Guardia Civil. Durante ese tiempo, los agentes sitúan los dos terminales en una franja compatible con las urbanizaciones de Traspinedo, donde se ubica la casa donde supuestamente, el investigado pasó solo la noche. 

Después hay un segundo elemento importante para los agentes. Cuando los terminales se separan, parece que el sospechoso se traslada a Valladolid, ya durante la mañana del día 13 de enero. Allí, al medio día su teléfono pasa 19 minutos dentro de una zona compatible con el punto “G”, o lo que es lo mismo, la gasolinera de la Avenida de Zamora donde a esa misma hora alguien lavaba un coche de su mismo modelo. Ante el juez, Óscar ha negado en todo momento que fuera él. De hecho, ha negado de forma reiterada cualquier relación con la desaparición de la joven, a la que mantiene que dejó esa madrugada en un cruce de carretera cercano a su casa.

A la noche siguiente, el informe le sitúa en una zona compatible con el punto más importante de la investigación, la curva donde la joven apareció muerta tras 24 días de búsqueda. Los agentes trabajan desde entonces con la tesis de que Esther López fue atropellada a poca velocidad por un coche de características similares al que conduce el investigado y que su cuerpo fue abandonado después de forma deliberada en esa curva. Según los forenses, la joven no falleció del impacto, si no a causa de del frío y ante la imposibilidad de andar por las heridas provocadas por el golpe.