Unión Europea

La UE aplaza la decisión sobre la oficialidad del catalán, euskera y gallego tras la reticencia de varios países

Las reservas de los 27 fuerzan a retirar el voto para oficializar el catalán, euskera y gallego en la UE. EP (ARCHIVO)
  • Varias delegaciones han tomado la palabra para pedir a España que diera marcha atrás en la votación

  • Sigue habiendo dudas legales, económicas y prácticas "sin resolver", según fuentes europeas

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España se ha visto forzada a renunciar a la petición de someter a votación este martes su propuesta para reconocer el catalán, euskera y gallego como lenguas oficiales de la UE, después de que varias delegaciones insistieran en que es prematuro pronunciarse sobre un asunto sobre el que apenas se ha debatido y sobre el que persisten serias dudas sobre su encaje legal e impacto económico y práctico. Informa Lluìs Tovar.

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La propuesta de España

La presidencia de turno que este semestre ocupa Polonia ha tomado la iniciativa de plantear "posponer" la discusión", según han informado a Europa Press varias fuentes diplomáticas.

El punto figuraba en la agenda "para adopción" a petición del Gobierno, que en las últimas semanas intensificó sus contactos con las capitales para defender la oficialidad de las tres lenguas cooficiales a partir de enero de 2027, pero asumiendo el coste total que en el caso del resto de idiomas asume la UE e introduciendo una derogación inmediata para una implementación parcial que excluyera la traducción del grueso de la legislación comunitaria.

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Sin embargo, tras abrir el debate el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, varias delegaciones han tomado la palabra para pedir a España que diera marcha atrás en la votación, para poder seguir discutiendo más adelante, habida cuenta de que sigue habiendo dudas legales, económicas y prácticas "sin resolver", según fuentes europeas.

Dudas legales y financieras

De hecho, ya en las declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión en Bruselas, varios ministros ya apuntaron sus dudas sobre la idoneidad de votar de forma prematura un asunto sobre el que apenas se ha discutido a 27 y respecto al que persisten dudas, incluso de los servicios legales del Consejo.

Entre ellos, el ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Joakim Strand, ha confiado en no tener que votar y pedido tomar "muy en serio" un tema que, a su juicio, aún no está "maduro"; mientras que sus colegas austríaca, Claudia Plakolm, y sueca, Jessica Rosencrantz, han apuntado las dudas legales y financieras.