La fiesta continúa a pesar del toque de queda

  • Navarra solicita hoy permiso judicial para aplicar el toque de queda

  • Fiestas nocturnas en Baiona, Málaga, Sevilla o Barcelona

  • El cierre del ocio nocturno dispara los botellones

El Gobierno de Navarra pedirá autorización a la Justicia para aplicar desde la madrugada de este miércoles el toque de queda entre la una y las seis de la madrugada. Estará en vigor en los municipios cuya tasa de incidencia de covid-19 se encuentre en el nivel de riesgo extremo (incidencia mayor de 250 por 100.000 habitantes a 14 días y mayor de 125 por 100.000 a 7 días). Esta medida, con los datos actuales, podría afectar al 80 % de los municipios de Navarra.

Además, el Gobierno ha decidido limitar las reuniones a un máximo de diez personas en exteriores y dejar en suspensión la regulación que permitía comidas populares, pasacalles o espectáculos taurinos en la calle.

La medida ya ha sido aprobada y está en vigor en Cantabria, CantabriaComunidad Valenciana y Cataluña mientras que ha sido rechazada en las Islas Canarias.

Mientras tanto los botellones y fiestas en nocturnas siguen siendo un quebradero de cabeza para las Fuerzas de Seguridad que intentan hacer respetar el toque de queda.

En playas como la Barceloneta, en la Ciudad Condal, grupos de personas se han resistido a abandonar la fiesta al inicio del toque de queda, lo que ha obligado a intervenir a un dispositivo de la Guardia Urbana.

Algo parecido ha ocurrido esta noche en Baiona, Pontevedra. Allí, con el ocio nocturno cerrado por las restricciones de la Xunta de Galicia, los jóvenes han buscado espacios para organizar botellones.

En Málaga, la Policía Local intervino en la noche de este pasado sábado en diferentes concentraciones de personas en la playa de La Malagueta de la capital.

Así, denunció a medio centenar de personas por no llevar mascarilla, pese a incumplirse la distancia mínima exigida; y se procedió a disolver varios grupos, según ha informado este domingo el Ayuntamiento de Málaga.

Sevilla también ha vivido una noche de altercados con el desalojo de 850 personas por orden de la Policía.