Villarejo, el hombre de las cloacas, a cara descubierta: Sin gorra, sin gafas y sin periódicos

Rubén Fernández 23/11/2018 17:59

Se considera un hombre incondicional con sus amigos y un poco hijo de perra con sus enemigos. Así se ve Villarejo, aunque muchos de los que confiaron en él contemplan ahora cómo el hombre de las cloacas del Estado que trabajó con todos los Gobiernos lo grababa todo. También a sus presuntos amigos.

Ahora, ese rostro que siempre veíamos tapado con carpetas, con periódicos, entre sombras, donde siempre habitó el hombre que lo sabía todo de todos, sale a la luz. Lo hace obligado por las circunstancias. Las imágenes pertenecen a la tarde del 16 de octubre de 2017 en el Juzgado de Instrucción 11 de Madrid y han sido conseguidas por la agencia Colpisa.

El ex comisario Villarejo declaraba en los juzgados de Plaza de Castilla. De entrada, le cuesta explicar al juez cuál era su cometido en la Policía. "Yo era comisario de Policía y estaba digamos adjunto a la DAO y hacía labores de inteligencia", sostiene Villarejo ante el juez.

El ex comisario, en libertad en aquellos momentos, era interrogado sobre el intento de colar en el sumario de los Pujol, tramitado en la Audiencia Nacional, información obtenida de forma extrajudicial. Señala que él realizaba trabajos de inteligencia en Cataluña. Al final, Villarejo salió en libertad del juzgado tras asegurar que esa información extrajudicial la aportaron otros dos comisarios. 20 días después su suerte se torció y acabó en prisión donde continúa acusado entre otros delitos de organización criminal en relación con sus famosas grabaciones.

El hombre que lo sabe todo

José Manuel Villarejo, más conocido debido a ello como ‘el comisario de las cloacas del Estado’. Nacido el 3 de agosto de 1951 en El Carpio fue arrestado por la Policía Nacional también un día 3 pero de noviembre de 2017 en un operativo ordenado por la Audiencia Nacional quien lo investigaba por lucrarse con servicios especializados de inteligencia y facilitar la entrada ilegal de ciudadanos no comunitarios en territorio español.

Junto a su colega Carlos Salamanca, excomisario de Barajas, así como otros detenidos, ingresó en la prisión de Estremera, la misma en la que se encuentra ahora Oriol Junqueras y los exconsellers por la causa del procés. Paradojas de la vida.

Acusado de delitos de cohecho, blanqueo de capitales y pertenencia a una organización criminal, resulta difícil, echando la vista atrás a su larga y sinuosa trayectoria, encontrar un caso de corrupción en el que no haya estado implicado de una forma u otra. Desde el caso Lezo y el famoso ático de Ignacio González; la Gürtel; el polémico caso de ‘El pequeño Nicolás’ y su guerra con el CNI; la ‘Operación Cataluña’; pasando por las conversaciones con Corinna sobre el rey emérito… hasta llegar a seguir siendo noticia hoy por poner contra las cuerdas a la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, después de que se filtrasen unas conversaciones que demuestran que ambos se conocían, algo que ella al principio negaba.

La última grabación que se ha filtrado, de hecho, da una perspectiva de la obsesión del comisario Villarejo con el escrupuloso manejo de la información como fuente de poder. En ella, la ahora ministra de Justicia supo de boca de éste que contrató prostitutas para sacar información a políticos y empresas.

Villarejo ingresó en el Cuerpo de la Policía en 1973, y en 1975 ya había sido destinado en la comisaría de Guipúzcoa, donde participó en numerosas detenciones y operaciones contra ETA, FRAP y Grapo. De hecho, recibió la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco.

Sería más tarde cuando llegaría a la capital, en 1979, embarcándose en la lucha antiterrorista en la comisaría del Retiro. Cuatro años después se dedicaría al ámbito empresarial durante una década de excedencia, si bien, como revelan las grabaciones filtradas, no dejaría atrás ese afán por seguir aglutinando información sensible de altos cargos y gente con cierto poder. Tras volver de la excedencia, Villarejo retomaría su tortuoso camino para convertirse, paradójicamente, en el “agente encubierto” más conocido en España.

Acostumbrado a trabajar camuflado en el fango de las cloacas, sería en 2014 cuando las miradas, definitivamente se iban a centrar en él. Tras su presunta relación con una grabación en octubre de ese año a policías y agentes del CNI en el marco del caso del pequeño Nicolás, la posterior difusión de la grabación sobre el caso del ático de Ignacio González en Estepona terminó por exponerle del todo.

Embarcado igualmente en una lucha sin escrúpulos con el comisario Martín Blas y relacionado también con los informes contra independentistas catalanes, Villarejo llegó incluso a ser acusado de apuñalamiento por la doctora Pinto, quien previamente denunció al empresario López Madrid, amigo de los reyes, por acoso. En la rueda de reconocimiento, le señaló “sin ninguna duda” como la persona que le pinchó en el costado el 10 de abril de 2014. Ahora a Villarejo se le ve la cara, sin sombras.