Casado y Ayuso llevan su mal 'karma' a la presentación del libro de Rajoy

  • El expresidente logra el milagro y reúne a Casado y Ayuso en una tensa foto tras 40 días esquivándose

  • La presidenta de Madrid le hace 'la cobra' a Casado y frustra la misión de paz de Rajoy

  • Rajoy asegura que Casado debe ser "pronto" presidente del Gobierno "por el bien de todos"

Ni el espíritu de la navidad con su borrachera de espumillón y luces, ni Mariano Rajoy, han conseguido que el líder del Partido Popular, Pablo Casado, y la baronesa de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entierren el hacha de guerra. Casado y Ayuso han llevado su mal 'karma' hasta la presentación del último libro del expresidente 'Política para adultos'.

Tras 40 días dándose esquinazo, la imagen de la tregua finalmente se ha producido. Eso sí, con Mariano Rajoy entremedias de los dos, empleándose a fondo como 'casco azul'. La tensión era tal, que cuando ha intentado juntarles en el photocall, la baronesa más díscola del PP le ha hecho la cobra a su jefe, frustrando la misión de paz que Rajoy se había encomendado a sí mismo.

Casado no se lo ha tenido en cuenta y tras posar durante unos segundos más, ha iniciado un brevísimo 'vis a vis' de menos de dos minutos con ella. Bien a la vista de las decenas de cámaras y periodistas que escudriñaban cada gesto, en un intento de dejar claro que él no tiene problemas con la dichosa foto. ¿De qué han hablado? Testigos de la charla aseguran que del tiempo, del viaje que emprende hoy a Atenas y Chipre, y de que ya se verán el lunes otra vez en el Congreso de los Diputados por el día de la Constitución, mientras Ayuso se limitaba a asentir con la cabeza. Esto es, charla de ascensor más propia de un par de desconocidos que de dos viejos amigos que tienen un grave problema, -el lío interno por el control del partido en Madrid-, por resolver. Y por las señales, parece que no va nada bien.

Pero si la cosa estaba fría con Pablo Casado, la temperatura llegaba a bajo cero con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Tercero en discordia en esta guerra, apenas han cruzado palabra cuando forzaban la sonrisa para la foto. El mal rollo era evidente. Obligados por el protocolo, Ayuso y Almeida, sentados codo con codo en primera fila para escuchar al expresidente Rajoy en primera fila, se han ignorado.

Rajoy en misión de paz

El periodista y moderador del acto Carlos Herrera bromeaba con el 'momentazo', el espíritu de la navidad y las familias 'mal avenidas' que se reencuentran después de mucho tiempo. "¿Está contento presidente?", preguntaba, y Rajoy asentía feliz por haber logrado la hazaña de al menos reunirles bajo el mismo techo.

No será porque no se ha empleado a fondo. Él es ante todo un hombre de partido. 40 años al servicio del PP es lo que tiene. Tiene claro que la enorme sangría que ha provocado esta guerra interna ha de parar, así que, inasequible al desaliento, lo ha intentado una vez más. A Ayuso le ha dado las gracias por prestarse a sentarse con Pablo Casado: "Ha sido muy valiente. Yo agradezco mucho que estés aquí y ahí". A Pablo "Casao" (literal) le ha dicho que debe convertirse "pronto" en presidente del Gobierno "por el bien de todos, incluidos los que no le votan". A Almeida le ha reconocido que "se ha ganado el respeto y el afecto de muchos, desde luego el mío". Casi como un padre cariñoso que con buenas palabras, intenta poner paz entre los tres hijos que pelean por el mismo balón. No en vano ha escrito un libro con un título, 'Política para adultos' que les va al pelo.

Los tres le han dado al botón de pausa, pero no parece que hayan captado el mensaje de momento. Con la mujer de Mariano Rajoy, Elvira Fernández, sentada entre ellos, Casado y Ayuso escuchaban, pero las posiciones no se han movido un milímetro. Isabel Díaz Ayuso quiere ser presidenta del PP de Madrid cuanto antes, y Pablo Casado, Almeida, y la dirección nacional del partido, recelan de que acapare tanto poder, y quieren dilatar el Congreso por lo menos hasta finales del primer semestre del año que viene.

Más allá de esta ‘tregua de telediario’, la guerra interna por el control del partido en Madrid sigue latente, muy lejos de la paz que ansían todos los dirigentes populares. También el expresidente Rajoy. Él, que de esto sabe mucho porque ya tuvo sus ‘líos’ con Esperanza Aguirre por el control del partido-, había asegurado unas horas antes en una entrevista en la COPE, que “estas cosas acaban arreglándose”.

Es lo que esperan desde los barones territoriales, -ayer estaba por allí en representación de todos ellos, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Frnández Mañueco-, hasta el último concejal de Madrid, que se zanje ya de una vez el conflicto.

Mientras, los 'ex' de Rajoy, que tampoco quisieron perderse la presentación de su jefe, asistían al duelo con la distancia que da ya no estar en la pomada. Algunos abandonaron la política activa voluntariamente, otros fueron depurados por Casado,. La exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, los exministros Montoro, Báñez, Wert, Méndez de Vigo, Catalá o Íñigo de la Serna, y el exportavoz y expresidente del PP vasco, Alfonso Alonso. Todos relegados ya a la segunda fila.

Pero ayer no hubo reconciliación, y tras terminar el acto, cada uno se ha marchado por su lado, sin decir ni palabra.