La pandemia ha enturbiado la Navidad. Por tercera jornada consecutiva, Francia ha batido un nuevo récord diario de contagios el día 25, con casi 105.000 casos. Para frenar el repunte y las consecuencia económicas, el Gobierno de Emmanuel Macron ha endurecido las medidas. Los no vacunados no podrán entrar en bares, restaurantes y espacios públicos aunque presenten una prueba negativa.
El primer ministro de Francia, Jean Castex, ha anunciado este lunes una batería de nuevas medidas aprobadas por el Gobierno con vistas a hacer frente al empeoramiento de la situación epidemiológica por el coronavirus, que obligará a los empleados a teletrabajar entre tres y cuatro días durante las próximas tres semanas.
Al término del Consejo de Ministros extraordinario celebrado este lunes, Castex también ha indicado que no habrá toque de queda para Nochevieja, por lo que se mantienen las celebraciones, y que el regreso a las clases se mantendrá para el próximo 3 de enero. Castex, sin embargo, ha llamado a "limitar las grandes fiestas y cenas" la última noche del año.
Por otro lado, el Ejecutivo ha aprobado que el tiempo de refuerzo de la vacunación se reduzca a tres meses después de la última dosis a partir de mañana, al tiempo que han avisado de que una cuarta dosis para hacer frente a la enfermedad "es una posibilidad". En cuanto a las mascarillas, finalmente se ha decidido que será obligatorio su uso "en todos los núcleos urbanos" donde las autoridades locales lo consideren, a la par que se ha limitado el aforo de las reuniones al aire libre, donde podrán participar hasta 5.000 personas.
En referencia a la hostelería, el Gobierno ha decidido mantener abiertos bares y restaurantes pero ha precisado que solo se podrá consumir en el establecimiento mientras los clientes estén sentados, no podrán hacerlo de pie. También han acordado el fin de los "conciertos de pie" a partir de este lunes y, al menos, durante las próximas tres semanas, recoge 'Le Figaro'.
Asimismo, el Gobierno ha dado luz verde a la transformación del pase sanitario en pase de vacunación, es decir, que se elimina la posibilidad de presentar una prueba negativa de COVID-19 para acceder a espacios interiores, por ejemplo. Esta medida tendrá que ser ahora votada en el Parlamento, aunque si se agiliza el trámite podría entrar en vigencia el próximo 15 de enero. "Presentar un test negativo ya no será suficiente", ha alertado el primer ministro galo. En esta misma línea, se ha dispuesto que las personas que presenten certificados falsos de vacunación se enfrentarán a sanciones más severas.
En general, el Ejecutivo francés ha descartado las medidas más duras y ha optado por fortalecer los mecanismos vigentes para tratar de frenar la expansión de ómicron. Francia está sumida en un repunte de casos que la llevó a notificar el pasado sábado más de 100.000 casos, un hito que no se había registrado desde que estalló la pandemia el año pasado y que se convirtió en el máximo número de casos diarios.
Gran Bretaña registró el Día de Nochebuena su récord de contagios desde el inicio de la pandemia. Boris Johnson, con su comité científico, estudia imponer restricciones más severas, en contra de parte de su partido que no descarta una moción de censura. Voluntarios británicos trabajan a destajo en diferentes puntos del país para que haya el mayor número de personas inmunizadas. Las autoridades se están planteando la vacunación puerta a puerta. Escocia, Gales e Irlanda del norte han introducido restricciones como límites de personas en las reuniones.
También Portugal quiere frenar la ola actual con nuevas medidas. Entre ellas, menos personas en las reuniones y un test negativo para entrar en restaurantes y celebraciones públicas. Los turistas necesitan una PCR negativa en las últimas 48 horas para acceder al país. Este lunes Portugal celebra un año de vacunación frente a la covid.19
Récord diario de casos en la región australiana de Nueva Gales del Sur y números preocupantes en los hospitales. Un laboratorio cometió el error de informar a 400 personas de que habían dado negativo, cuando realmente eran positivas por coronavirus. La ONU ha decretado el 27 de diciembre, este lunes primer día internacional de la preparación ante las pandemias.
En Alemania desciende la curva, pero los contagios siguen preocupando. El canciller, Sholz, prohibirá a partir de mañana las reuniones de más de diez personas, cerrará las discotecas y eventos deportivos.
Italia también bate récord de contagios desde el inicio de la pandemia. Hasta el 31 de diciembre, mascarilla obligatoria y cierre de discotecas y bares.
Todo esto ocurre en Europa mientras en España voces tan dispares como las de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, coinciden en que aunque la variante ómicron contagie más, no se ha visto un aumento equivalente en ingresos ni en UCIs.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado hoy que la ciencia ha apuntado que la gravedad de la variante Ómicron es menor que con otras variantes y aunque ha admitido que con ómicron se verán cifras de contagio altas, las hospitalizaciones e ingresos en UCIs no serán como en olas previas. Así lo ha afirmado hoy desde la isla de La Palma, donde ha acudido de visita tras confirmar los científicos que la erupción del volcán ha terminado. Allí ha pedido "perseverar" en la vacunación, la autoprotección y la unidad institucional, que entiende como apoyo a las CCAA en las medidas que adopten.
Y allí también ha restado gravedad a la nueva variante. "Es verdad que ahora estamos haciendo frente a la variante ómicrom que la evidencia científica dice dos cosas de ella, la primera que es altamente contagiosa pero en segundo lugar que el impacto que tiene sobre la gravedad en la enfermedad de todos los que la sufren es menor, lo estamos viendo en las hospitalizaciones y en los ingresos en UCIs", ha señalado. En este sentido, ha dicho que en las próximas semanas se van a ver cifras de contagio "evidentemente altas", pero ha matizado que "no va a ser así en hospitalizaciones y en UCIs en comparación con otras olas previas".
Y para ello, ha pedido "perseverar" en la estrategia que está basada en tres cuestiones: vacunación, como mejor antídoto para hacer frente a las consecuencias; protección personal y uso de las mascarillas y unidad institucional. Esta última entendida como el "apoyo" del Gobierno a las CCAA en las medidas que quieran poner en marcha en el ejercicio de sus competencias, la transferencia de recursos económicos, de los que ha citado un "aporte de refuerzo" de 7.000 millones de euros --así ha calificado los 7.000 millones del IVA de 2017 que el Gobierno se ha visto obligado a devolver a las CCAA por orden del Tribunal Supremo-- y un refuerzo en recursos humanos por parte del Ministerio de Defensa, contratación de sanitarios es incorporación de sanitarios en edad de jubilación.
Sánchez ha destacado que hoy se cumple un año desde que se inoculó la primera vacuna en España, a Araceli, un anciana de 90 año de Guadalajara y ha puesto en valor el avance que se ha producido gracias al "aporte de la ciencia" cuando hoy ya hay 38 millones de españoles vacunados con la pauta completa, casi 9 de cada 10 "cuentan con la protección suficiente para hacer frente a las consecuencias más graves".
En su opinión, la estrategia de vacunación ha sido un "éxito colectivo" por el acceso "universal y equitativo" a la misma, por la unidad institucional de la UE, las comunidades autónomas y de todas las instituciones implicadas en la estrategia de vacunación y se ha mostrado convencido de que va a continuar siéndolo con las dosis de refuerzo y la vacunación pediátrica de los menores de 11 años.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado este lunes que el crecimiento explosivo de los contagios que está provocando la variante ómicron "empezará a remitir en cuestión de días" y que ahora no es el momento de las restricciones o los cierres porque, a su juicio, "no sirven de nada". Díaz Ayuso ha hecho estas declaraciones a los periodistas tras visitar San Martín de Valdeiglesias y participar en alguna de las actividades que ha programado el Ayuntamiento de la localidad con motivo de la Navidad. "Somos conscientes de que esta sexta ola es muy explosiva en su contagio, pero también la caída de los mismos. Así que esto es cuestión de días que empiece a remitir", ha indicado la presidenta madrileña.
A la vista del comportamiento de la variante ómicron en otros países, los contagios empezarán a bajar a la misma velocidad que han subido, ha explicado Ayuso, quien ha apuntado que "lo que estamos buscando son situaciones para que la vida siga con una cierta normalidad -ha dicho-, porque los cierres, como hemos visto en ocasiones anteriores, no sirven de nada", y ha puesto como ejemplo que durante la borrasca Filomena la transmisión del virus subió en la Comunidad de Madrid. "Las restricciones, de haberse realizado, tendrían que haber sido al principio, antes de que la sexta ola llegara. Ahora, ya consideramos que es el momento del autocuidado y de seguir con las mismas recomendaciones que conocemos todos hasta la fecha", ha subrayado.