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"El perjuicio" provocado al Fútbol Club Barcelona por sus exdirectivos, en el llamado "Barçagate", podría estar entre los 843.300 y hasta el 1,2 millones de euros. Lo cifran así los informes de los Mossos que el expresidente Josep Maria Bartomeu y parte de su directiva se extralimitaron "en sus facultades de administración".
La policía catalana en un informe incluido en el sumario del caso, revela que el expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu y su mano derecha, Jaume Masferrer, además del director general del club, Óscar Grau, y el jefe de los servicios jurídicos, Román Gómez-Ponti pagaron a empresas para que crearan perfiles falsos en redes sociales y monitorizaran el perfil de los candidatos críticos con su directiva.
La investigación policial indica que estas empresas a través de diferentes perfiles en redes sociales "difamaban a personas críticas con la junta directiva encabezada por Bartomeu".
"El perjuicio causado al Fútbol Club Barcelona y al conjunto de su masa social, producto directo de extralimitarse en sus facultades de administración, se puede cuantificar hasta el momento, y en base a los baremos estimados por PWC, en una cantidad de mínimo 843.300 y un máximo de 1,2 millones".
El importe total comprometido en contrato, añade la policía catalana en su atestado, "supera los 3 millones de euros", una parte del cual está pendiente de pago ya que el club, a raíz de la publicación del caso por la prensa, dio por resuelto unilateralmente el contrato a media temporada.
Los Mossos d'Esquadra consideran que existe "un último perjuicio" para el Barça que "proviene directamente de la gestión desleal y sus efectos". Según el atestado, de la querella criminal por injurias y calumnias que el pasado mes de febrero presentó el dueño de la productora Mediapro, Jaume Roures, contra el FC Barcelona.
Dicha querella, según la policía catalana, se encuentra en fase inicial pero en un futuro "podría comportar nuevamente el pago de una indemnización por parte del FCB Barcelona por unos hechos que son consecuencia directa de la contratación de servicios que conforman" el caso.
La policía catalana estima que los hechos investigados "pueden tener cabida en la llamada corrupción en los negocios, en función de las diferentes contraprestaciones o posible beneficio de cualquier tipo que hubieran podido percibir los directivos, administradores, trabajadores o colaboradores" del Barça "a cambio de adjudicar ese contrato al margen de los procedimientos establecidos".
Pro ese motivo, los Mossos deducen que "se habría utilizado dinero del club con finalidades presuntamente particulares (en beneficio personal), en clave particular, con contenidos difamatorios sobre personas contrarias a la dirección del club y en perjuicio del patrimonio de la propia entidad".