Sánchez, desde Bolivia, ha mostrado así una nueva línea respecto a la que venía manteniendo, no sólo como secretario general del PSOE sino también como Gobierno, en relación al Valle de los Caídos. Lo sorprendente es que el presidente está haciendo caso omiso al grupo de expertos que se reunió en 2011 para estudiar la mejor opción de futuro para el Valle.
En el informe, los expertos detallan una serie de recomendaciones entre las que destaca que hay que realizar una "resignificación integral". Así, indican que es necesaria "una actuación integral que proporcione la relectura completa del conjunto monumental". Algo que es totalmente diferente al "cementerio civil para las víctimas de la contienda y el franquismo" del último discurso de Sánchez.
Es más, los expertos aseguran que "el objetivo de la resignificación integral no es otro que el de expresar la centralidad de la víctima mostrando documentalmente y evocando simbolivamente el vacío ético que generó la Guerra Civil con la muerte".
Objetivo que siempre ha estado en la línea de los socialistas, pero que ahora Moncloa rechaza diciendo que supondría un aumento inasumible del presupuesto y Sánchez quiere que sea un cementerio civil.
En esas recomendaciones, los expertos también hablaron de crear un Centro de Interpretación, un programa de investigación sobre el Valle, atender la reclamación de los familiares que se encuentran allí enterrados o, entre otras, dignificar del cementerio.
Otra de las dudas que deja este nuevo futuro para el Valle de los Caídos dictado por Sánchez, es qué pasará con la Basílica y con las reclamaciones de los familiares allí enterrados. Los expertos detallaron que la "Basílica es inviolable" por estar calificada por la Ley como lugar de culto, sometido, además, a la autoridad eclesiástica.
Mientras, en cuanto a las reclamaciones de devolución de los restos de algunos familiares, si estas se produjesen "la Comisión entiende que les asiste un derecho moral a que se satisfaga en medida de lo posible dicha reclamación".