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Toni Cantó se quedó sin ser diputado regional por no estar empadronado en Madrid a tiempo, y después fuera del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que prefirió a otra ‘Ciudadana’, a Marta Rivera de la Cruz al frente de Cultura. "Pase lo que pase siempre serás uno de los nuestros", le prometió Ayuso. Así que la pregunta que corría en todos los mentideros políticos era dónde le terminaría colocando el PP, a cambio de dejar tirados a sus antiguos compañeros naranjas.
La pregunta ya tiene respuesta. Ayuso le ha puesto al frente de la Oficina del Español, a razón de 75.084 euros al año. Un traje a la medida de Cantó porque este organismo no existía hasta ahora, es de nueva creación. Su misión según la propia presidenta de Madrid, es “promocionar nuestro idioma internacionalmente”. Algo que ya hace, por cierto, el Instituto Cervantes desde hace 30 años.
Cantó ha estado sólo tres meses en paro. El 15 de marzo dijo que llamaría a su representante para trabajar de lo suyo. Luego se prodigó en actos de campaña con Ayuso, y después de consumir sus cinco vidas anteriores: actor de serie de éxito, activista vecinal, diputado nacional de UPyD, dirigente de Ciudadanos y diputado frustrado en la Asamblea de Madrid, Toni Cantó ahora afronta su sexta vida en un puesto de nueva creación, diseñado ‘ad hoc’ para él. Y eso que se desgañitó “harto de enchufados y chiringuitos”, como se han encargado de recordarle masivamente desde las redes sociales.
“Temblad enchufados del PP, y el tripartito valenciano. Llega la ley anti-enchufes de Ciudadanos”, prometía cuando se presentó como candidato naranja a presidir la Generalitat Valenciana en 2019. “Desde hoy tenemos un chiringuito nuevo en la Comunidad Valenciana. El observatorio del trabajo decente. Otro organismo para colocar a amiguetes”, denunciaba. El mes pasado cargaba contra el ‘chiringuito’ de la ministra de Igualdad, Irene Montero, por “no hacer nada por las mujeres”. Claro que eso era, en sus otras vidas.
Ahora Cantó, que va a velar por la lengua española, agradece el puesto con algunos errores ortográficos incluidos. “Gracias @IdiazAyuso por la confianza. El español es la segunda lengua más hablada del mundo y genera muchas oportunidades para crear riqueza y empleo; la izquierda y el nacionalismo que la arrinconan, no han querido aprovecharlas. Madrid, lo hará”, prometía descolocando las comas. Ante la mofa en las redes, Cantó ha borrado el tuit, y lo ha sustituido por otro ya corregido.
Ayuso aprovechaba para lo suyo, para arremeter contra Sánchez y reivindicarse a sí misma. “Veo a la izquierda de los 23 ministerios, de las embajadas independentistas, los precios de la luz históricos o el Falcon, escandalizarse por una oficina en fomento de la industria y el potencial económico y cultural del ESPAÑOL, en un gobierno que pasa de 13 a 9 consejerías”.
A su portavoz, Enrique Ossorio, le ha costado un poco más explicar qué méritos reúne Toni Cantó para ese puesto, y se ha limitado a decir: “Puede realizar sinceramente muy bien ese trabajo”. Eso sí, tras muchos circunloquios.
Lo de los ‘chiringuitos’ o ‘mamandurrias’ que decía Esperanza Aguirre no es algo nuevo. Ella misma colocó a Santiago Abascal en una Fundación sin actividad conocida, por 93.855 euros al año. Se ve que Aguirre pagaba mejor que Ayuso. Luego se marchó a fundar Vox. Pero hay alguno más.
La presidenta de Madrid presume de austeridad y de haber pegado un tajazo a su administración para “ahorrar más de dos millones de euros a los madrileños”. El Gobierno madrileño ha pasado de 13 a 9 consejerías, lo que según los números de la Comunidad de Madrid supone reducir un 30% el número de estos departamentos. Lo de Toni Cantó ‘ya tal’. Tiene siete vidas. Ha gastado seis. Todavía le queda una.