El viento y los terremotos, lo que más preocupa ahora mismo en la isla de La Palma

Si en algo coinciden todos los técnicos es en afirmar que nadie sabe cuánto puede durar la erupción del volcán de La Palma. El viento es una de las principales preocupaciones ahora mismo para los expertos, que creen que podría llevar el penacho de humo hacia el norte de la isla y afectar al tráfico aéreo.

Hasta ahora la actividad aérea en la isla de La Palma, fundamental para el turismo, se ha mantenido a pesar de la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Sin embargo, un cambio en la dirección del viento que han anunciado los meteorólogos podría afectar al tráfico aéreo en los próximos días.

La previsión también marca que ese cambio en el viento lleve el penacho de humo que surge en el delta de lava formado en el mar hacia el norte/nordeste de la isla. Eso podría ser peligroso para los habitantes de La Palma, ya que el humo que expulsa el volcán y genera la lava en contacto con el agua puede ser tóxico.

La columna de humo del volcán y las emisiones en el delta son los dos puntos calientes que determinan la calidad del aire en La Palma. Junto al delta de lava, los instrumentos de la Unidad Militar de Emergencias vigilan en todo momento la toxicidad de las emisiones. Científicos de INVOLCAN también miden los gases desde el mar en colaboración con la guardia civil.

Las mediciones indican que de momento la calidad del aire es buena, y eso permitirá a los regantes de la zona sur de la isla entrar a regar las plataneras con sus propios tanques de agua. Pero la previsión es de un ligero empeoramiento en los próximos días ya que se espera que un cambio de viento distribuya hacia el norte y noreste el aire tóxico generado por la actividad volcánica. Puede afectar incluso al aeropuerto. Como se ve en las imágenes de la AEMET y destacan los expertos meteorólogos de Informativos Telecinco "esa nube se queda muy cerrada y, poco a poco, acabará englobando prácticamente toda la isla o ambas".

Los temblores de tierra se repiten constantemente. Los expertos señalan que es normal que la actividad volcánica de la superficie tenga un reflejo sísmico en zonas alejadas del cráter, como en Fuencaliente, pero descartan que eso pueda provocar nuevas bocas en el sur de la isla.

El proceso volcánico de la superficie afecta en su totalidad a la isla porque el material sale con mucho volumen y explosividad, ha explicado el vulcanólogo del IGN, Stavros Meletlidis, en una entrevista en Informativos Telecinco. De ahí, señala, que los terremotos, que no dejan de sucederse de noten también en la zona sur de la isla como es Fuencaliente. “Faltan datos para valorar si esta actividad sísmica es un reajuste del sistema en la profundidad, una acumulación de material o un taponamiento en ese momento”.

La directora del IGN Canarias, María José Blanco, ha informado este martes de la presencia de una nueva fisura "a unos 100 metros de los centros de emisión". Para tranquilidad de los palmeros, ha señalado que se mantiene inactiva. “No es eruptiva”.

No obstante, los expertos no descartan más derrumbes en el cráter como el ocurrido esta semana, si la cantidad de material no se puede canalizar a través de las fisuras existentes.

Por otro lado, la calidad del aire en La Palma registra este miércoles una mejora, aunque el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) alerta de que podría empeorar ligeramente en los próximos días. La lava cubre ya 420,12 hectáreas, con un perímetro de 36,24 kilómetros y una anchura máxima de 1.250 metros. El delta lávico ocupa una extensión de 36 hectáreas y las coladas siguen discurriendo por los mismos cauces hacia el mar, explica el DSN en su última actualización.