Una nueva colada del volcán de La Palma aumenta el temor al dióxido de azufre y a más destrucción

Los científicos desplegados en la isla de La Palma ya están vigilando la aparición de una nueva colada que se originó la pasada noche en la zona del cono secundario y que discurre en estos momentos hacia el mar, de forma paralela a la colada principal.

El director del Área de Vigilancia Volcánica del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Luca D'Auria, ha indicado en declaraciones a Radio Canaria, recogidas por Europa Press, que si bien no parece una colada muy grande, sí está afectando a zonas que antes no se habían visto afectadas por la lava.

Los científicos esperan que no sea una colada muy extensa y que no tenga una vida muy larga. Luca D'Auria indicó que esta evolución del campo de lava es normal y tiene un comportamiento que depende mucho de la temperatura, por lo que si un lado de la colada se enfría, puede ralentizarse, haber un solapamiento de coladas, romper brechas y la colada puede salir por otro lado.

Lo único que se puede hacer es monitorizar la situación

El experto señala que estamos ante una evolución continua donde no es posible prever a corto o medio plazo. Lo único que se puede hacer es monitorizar la situación y hacer previsiones cuando haya nuevos cambios como éste, pero hasta que no se sobrevuele la zona no se sabrá cuál es la extensión, la velocidad y la dinámica de esta nueva colada.

Algunas estaciones de control de la calidad del aire próximas al volcán de La Palma han detectado un aumento en la concentración de dióxido de azufre (SO2) en las emisiones que por el momento no representan un riesgo para la salud, según el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).

En las últimas horas el volcán ha continuado su proceso eruptivo "mostrando episodios de incremento y disminución de actividad y generando una colada activa por la que sigue fluyendo magma, hasta desembocar al mar en el área costera de Tazacorte", añade el último informe del DSN emitido a primera hora de esta mañana.

En su recorrido hacia la costa, la lava del volcán ha dañado ya a más de 1000 inmuebles, según la última actualización del según sistema de satélites europeo de monitorización terrestre Copernicus. La emisión de vapor de agua y gases en la zona de contacto de la lava con el agua marina mantiene activa una nube (penacho marítimo), que está siendo objeto de seguimiento y monitorización por parte de los científicos.

Por su parte, la dirección del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA) mantiene activas todas las medidas de precaución hacia la población, tanto en lo que respecta a las zonas de exclusión - marítima y terrestre- como a las que fueron evacuadas al comienzo de la erupción.

Los vecinos de los núcleos costeros de Tazacorte -San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa- continúan confinados mientras el servicio de emergencias canario 112 recomienda el uso de mascarillas FFP2 y evitar que las personas vulnerables permanezcan en espacios abiertos.