Nuria Roure, experta en sueño: "El primer paso para dejar de dormir mal es buscar la causa y empezar a tratarla"

La doctora Nuria Roure, referente en la divulgación de la medicina del sueño, presenta el manual definitivo para romper con el insomnio
El método Roure o cómo dormirse en 6 pasos sin pastillas: “Trata el insomnio de raíz”
Dormir bien depende de muchos factores. No es suficiente tumbarse en la cama, cerrar los ojos y empezar a contar ovejas. Un descanso óptimo, de hecho, depende en buena medida de lo que hacemos (y dejamos de hacer) a lo largo del día; a menudo, no somos conscientes del poder que tenemos para regular nuestro sueño. La doctora Nuria Roure, referente en la divulgación de la medicina del sueño y autora best seller, presenta en 'Los hábitos del sueño' (Editorial Vergara) las claves para dormir bien y descansar, ayudándonos a implementar cambios desde que nos levantamos hasta que volvemos a acostar. De este modo, motivamos nuestro cuerpo y nuestra mente para acostumbrarlos a disfrutar de un buen sueño. Y aprendemos que el buen dormir empieza con un buen despertar. Hablamos con la que fue la primera psicóloga en España en ser especialista Somnologist acreditada por la European Sleep Research Society y miembro de la Sociedad Española de Sueño (SES) sobre su nuevo libro y la metodología que usa desde hace más de 20 años.
Pregunta: ‘Los hábitos del sueño’. ¿Por qué decidiste hacer este libro? ¿Cuál era el objetivo?
Respuesta: Cuando empecé en consulta me di cuenta que había más de 12 millones de personas en España que tenían alteración del sueño, que no estaban satisfechos con él. Vi que había muchas personas que dormían mal, por eso decidí explicar mi método de una forma que pudiera llegar al máximo número de personas posibles. El libro busca, primero, concienciar a la población y, luego, hacer llegar una metodología que funcione para que cualquier persona que no esté satisfecha con su sueño consiga dormir bien.
P: ¿En qué consiste ese método?
R: En primer lugar, lo que hay que buscar es la causa. Este paso es muy importante porque dormir mal es un síntoma, y eso quiere decir que hay algo que lo está provocando, porque lo normal es dormir bien. Hay muchas causas, más de 40, y por lo tanto es muy importante ver cuál es, porque después del tratamiento es mucho más efectivo. No se trata de ir probando el fármaco, el suplemento, sino que una vez tenemos el diagnóstico, iniciamos el tratamiento.
El segundo paso es cortar el ciclo de “dormir mal”. La personas que duerme mal o que ha empezado a dormir mal, entra en un ciclo de preocupación, se siente más cansada, más irritable, cuando llega la noche se empieza a preocupar, a mirar el reloj, es decir, que generan mucha ansiedad frente al sueño.
La metodología lo que trata es de buscar esas causas nocturnas, diurnas e internas para que la persona consiga dormir bien. Sobre todo, trabajando el día, porque el sueño se empieza a fabricar cuando nos despertamos y, por lo tanto, es muy importante también conocer cuáles son aquellos hábitos, pensamientos, emociones que sentimos durante el día que nos están afectando la noche.
P:¿Por qué te especializaste en sueño?
R: Cuando acabé mi carrera vi que había poco sobre el sueño. Mis padres sufrían alteración del sueño, mi hermano pequeño cuando nació también… Pensé: si en mi casa hay cinco personas, tres tienen alteración del sueño, tengo que empezar a investigar. Las personas que no duermen dejan de vivir, empiezan a sobrevivir. Yo soy una gran apasionada de la vida.
P: En este segundo libro te centras especialmente en los buenos hábitos para dormir…
R: Sí, porque muchas veces sabemos lo que tenemos que hacer, como no mirar el reloj, hacer horarios regulares, pero nos falta la motivación para empezar a aplicarlos y, sobre todo, mantenerlos. Para mí es muy importante trabajar esto.
P: ¿Qué suele haber detrás de problemas de sueño? Supongo que es muy variable, ¿no? ¿Hay casos en común que tú veas en consulta?
R: Sí, el 70% de las personas presentan mal dormir durante el día. El estilo de vida, el ritmo acelerado que llevamos, nuestros patrones de autoexigencia, de control, de productividad… Todo hace que se active la mente para que por la noche nos cueste dormir o nos vayamos despertando durante la noche con la mente acelerada. Yo siempre digo que una persona que duerme bien tiene muchos problemas, pero una persona que duerme mal solo tiene un problema, y es que duerme mal, porque acaban entrando en una preocupación excesiva por el sueño, empieza a preocuparse por cómo dormiré hoy, se va despertando por la noche y eso genera mucho malestar. El sueño se acaba convirtiendo en una obsesión.
P: Cuando se entra en una espiral de este tipo, ¿qué podemos hacer?
R: Lo que solemos hacer es generar mucha presión de sueño y reajustamos el ritmo circadiano. Primero conseguimos calidad de sueño unas 5 o 6 horas seguidas, esto es muy importante para que estén bien durante el día y puedan empezar a hacer cambios de día que les permitan dormirse rápido en unas pocas semanas. Toda esa ansiedad se resuelve rápido. A muchas de estas personas se les recomienda hacer meditación, yoga, etc., pero no pueden porque el no dormir activa mucho la mente y el cuerpo. Cuando las personas consiguen dormirse rápido, empiezan a descansar mejor. En ese momento, ya pueden empezar a hacer cambios y a estar más receptivas.
España es líder mundial desde hace ya 4 años consecutivos en el consumo de psicofármacos, de ansiolíticos, e hipnóticos para dormir. Es brutal
P: España tenemos un problema con la medicación para dormir, ¿qué opinión tienes sobre esto?
R: Totalmente. España es líder mundial desde hace ya cuatro años consecutivos en el consumo de psicofármacos, de ansiolíticos, e hipnóticos para dormir. Es brutal, pero yo entiendo a los médicos. Cuando llega la gente desesperada por dormir pues se les da la solución fácil, pero lo que estamos es poniendo un parche y generando un problema más grande porque el fármaco genera dependencia. Luego cuesta mucho retirarlo, y cada vez necesitamos más dosis para conseguir los mismos efectos. En consulta me encuentro con este doble problema: están tomando fármacos y no pueden dormir.
P: Para quitar ese fármaco y volver a recuperar un sueño normal, supongo que es un proceso que lleva mucho más tiempo, ¿no?
R: Pues no tanto como la gente se piensa, el problema de retirar el fármaco es que muchas veces no vamos a la causa, porque en este caso sí que el fármaco únicamente va al síntoma, pero si no modificamos la causa, cuando intentamos retirar ese fármaco, ¿qué ocurre? Pues que otra vez la persona vuelve a dormir mal, y que estamos generando mucho miedo a retirarlo. Cuando le ofefecvemos la metodología le damos seguridad. Gracias a ella hemos conseguido que personas que habían probado de todo, que llevaban más de 20 años tomando fármacos, los hemos conseguido retirar en pocas semanas.
P: ¿Qué es dormir bien o dormir mal? ¿Cuál es el indicador de que no estamos teniendo un buen descanso?
R: Cuando hablamos de dormir bien, hablamos de cantidad y de calidad. Las personas adultas necesitamos dormir aproximadamente unas 7-8 horas, pero lo que necesitamos es que esas horas sean de calidad. A veces dormimos muchas horas, pero no son reparadoras. Es mejor menos horas, pero de más cantidad, siempre y cuando estemos en un mínimo de 6 horas. Y cuando hablamos de cantidad y de calidad, hablamos de llegar a esas fases más profundas, que no tengamos despertares durante la noche. Tener un despertar y que te cueste volver a dormirte, o llegar a la cama y que te cueste más de 30 minutos dormirte, levantarte media hora antes de que me suene el despertador… Son ya indicadores de que no estás durmiendo bien.
P: ¿Qué síntomas tenemos?
R: La gente que tiene lo que llamamos despertar precoz, que es despertarse antes de la hora, tiene unos efectos en el día a día. Te levantas más cansada, sin energía, te cuesta concentrarte, estás más irritable y empiezas a enfermar. Pueden bajar las defensas, haber una alteración hormonal, tener hipertensión, engordar… En consulta me encuentro muchas mujeres que me dicen que no comen, que hacen dieta pero siguen engordando. La mayoría no duermen bien.
P: En el libro hablas de 15 hábitos para dormir bien, ¿cuáles son para ti los más indispensables?
R: Para dormir bien hay que vivir bien. Tenemos que tener un estilo de vida saludable, tener unos hábitos saludables como hacer ejercicio, movernos durante el día, tener una buena alimentación y, sobre todo, controlar los niveles de estrés o ansiedad. También es importante tener en cuenta lo que pensamos y sentimos durante el día. Si estamos dándole vueltas a todo, es probable que eso nos acompañe por la noche. Y saber desde dónde hacemos las cosas, si están acordes con nuestros valores, si nos sentimos valorados en nuestro trabajo, si sentimos que estamos aportando…
P: ¿Tiene alguna implicación el colchón y la almohada que escogemos a la hora de dormir?
R: Sí que tiene que ver. Tenemos que tener un entorno agradable donde dormir. La almohada, el colchón, sabemos que es importante porque en el momento en que yo no me sienta cómoda o me genera cierta incomodidad, va a ser un factor más para alterar mi sueño. No es que realmente veamos alteraciones del sueño por el colchón o por la almohada, pero son multiplicadores. En consulta muchas veces vienen pacientes que me dicen que en los hoteles, o cuando duermen fuera de su casa, no duermen bien. Yo lo que recomiendo es que te lleves lo que necesites para dormir bien. Hay personas que dejan de vivir por su propio sueño, dejan de disfrutar. El dormir bien nos permite vivir, el que mejor duerme es el que no piensa en dormir.
P: ¿Tanto afectan las pantallas en el sueño? ¿Qué recomiendas tú?
R: Es uno de los grandes enemigos del sueño, no sólo por la luz que emiten, sino por la activación. Si estoy haciendo scroll todo el rato, la mente está activa. O incluso leer o ver las noticias por la noche, no lo recomiendo, porque si una persona es muy sensible y está viendo las noticias por la noche, le va a activar. Siempre recomiendo leer las noticias a primera hora de la mañana o a primera hora de la tarde, para estar informado, pero por la noche, sobre todo si eres muy sensible y sientes que las cosas te afectan mucho, anticípate y no las mires.