Entrevistas

Las preguntas que surgen cuando llega la menopausia: "Hay que prepararse con un plan de contingencia"

Mariana Carbajal, periodista. Fotografía de Alejandra López
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La menopausia no es una enfermedad, sino una transformación natural y poderosa en la vida de la mujer. Entonces, ¿por qué seguimos tratándola en susurros cuando afecta a la mitad de la población? ¿Por qué las madres nos educan sobre la menstruación, pero pasan por alto la menopausia? ¿Por qué has perdido la desaprobación social hacia las mujeres en el climaterio cuando nos sentimos más vitales que nunca? ¿Por qué tanto silencio y falta de investigación?

Eso es lo que se preguntó la periodista argentina Mariana Carbajal, en abordar temáticas de género que estaban invisibilizadas en los medios de comunicación. 'Maltratadas. Violencia de género en las relaciones de pareja', 'El aborto en debate. Aportes para una discusión pendiente' y 'Yo te creo, hermana' son algunos de los libros que ha escrito. En el último de ellos, 'Encendidas. Un viaje íntimo por la menopausia' (editorial Grijalbo) destapa, precisamente, algunos de los mitos y verdades en torno a la menopausia, una etapa por la que ella acaba de pasar. Charlamos con ella sobre este libro y su visión social de la menopausia.

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Pregunta: Una de tus primeras quejas en el libro es que la información sobre menopausia es escasa o cuesta de encontrar. ¿Por qué crees que sucede?

Respuesta: El mayor problema es que no todos los ginecólogos y ginecólogas no están especializados en climaterio y entonces no saben cómo acompañarnos, y minimizan los cambios corporales que atravesamos. La mayoría de las mujeres reciben frases en los consultorios como “aguántate” o “¿qué esperabas?”, y no me parece justo. Hay un gran silencio en torno a la menopausia porque nos da vergüenza hablarlo entre nosotras, porque lo sentimos como una gran entrada al envejecimiento y, en sociedades como las nuestras donde se venera la juventud, todavía sentimos esa presión social. Creo que es otra injusticia patriarcal. Si los varones tuvieran menopausia y experimentaran apenas algunos de los signos corporales que tenemos nosotras, ya habría pastillas para todo. La medicina hubiera invertido hace décadas un montón de dinero para investigar cómo mejorar nuestra calidad de vida. Pero claro esto nos pasa a nosotras. Nunca hemos sido prioridad para la medicina.

P: ¿Qué te ocurrió a ti y por qué decides investigar y compartirlo?

R: Aunque la menopausia no es una enfermedad, y se trata de una transición hormonal, los cambios que atravesamos -desde sofocos diurnos y nocturnos, insomnio, caída de libido, del cabello, sequedades varias, bajones emocionales, etc.- afectan a nuestra calidad de vida. Y si no son abordados de la mejor manera, pueden causarnos enfermedades. Llegué a la menopausia sin información como la mayoría de las mujeres aun siendo una mujer curiosa e informada. Llegué a pensar que tenía un tumor en el cerebro o principio de Alzheimer porque empecé a experimentar olvidos o falta de concentración, y resulta que era lo que se conoce como niebla mental y nadie antes me lo había advertido. Es una de las consecuencias de la caída de los estrógenos cuando se nos acaban los óvulos y dejamos de menstruar, y les pasa a la mayoría de las mujeres que llegan a esta etapa.

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La amplia mayoría desconocemos la existencia de la niebla mental aunque se está empezando a hablar del tema, todavía hay un gran silencio. Por suerte, en mi caso, tengo una ginecóloga que en cuanto le empecé a preguntar por todo lo que me estaba pasando, me brindó la mejor atención y, sobre todo, información basada en evidencia científica, para hacer frente a semejante tsunami hormonal. Mi cuerpo, que funcionaba más o menos bien, empezó a desafinar como una orquesta con músicos fuera de ritmo o con malos instrumentos. No tenía ni idea de que los estrógenos eran tan importantes para que la orquesta sonara afinada. Fue toda una revelación. 

"Lo que se debe aclarar es que no hay dos menopausias iguales, no todas la experimentamos de la misma forma"

P: ¿Qué ocurre en el cuerpo de la mujer cuando llega la menopausia y cuáles son los principales mitos que has querido aclarar en el libro?

R: Al llegar a la menopausia la producción de estrógenos, progesterona y otras hormonas decae abruptamente y eso trae consecuencias significativas: los famosos sofocos, el insomnio, la caída del cabello, la sequedad de la piel, la sequedad vaginal, disminución del deseo sexual, el llamado síndrome genitourinario… Esos son los más comunes. Lo que se debe aclarar es que no hay dos menopausias iguales, no todas la experimentamos de la misma forma. Lo que me propuse fue compartir mi experiencia, las búsquedas y recorridos que hice para recuperar mi calidad de vida y, sobre todo, información basada en evidencia científica.

Mi intención con el libro fue abrir esta conversación en Argentina donde es un tema que está más silenciado. Luego creé el podcast, 'Encendidas', que se puede escuchar en Spotify, donde comparto espacio con mi colega y amiga, Ingrid Beck, que ya cuenta con más de 100 mil reproducciones en la primera temporada. Y, sobre los mitos, quería señalar que no es el fin de la vida, ni el fin de la femineidad, por supuesto. Tenemos muchos años por delante. Tampoco estamos locas aunque nos olvidemos de las cosas o tengamos por momentos mayor irritabilidad o bajones anímicos. Ni dejamos de ser productivas porque estamos en la cresta de nuestro desarrollo laboral. Y una de las cosas que busco es que nos riamos de nosotras. La risa, como decía mi abuela, es salud. 

P: ¿Qué cambios se experimentan en el cerebro?

R: Hay cambios y muchos. Pero lo curioso –o no tanto– es que se ha estudiado muy poco. En los últimos años se han iniciado investigaciones para saber qué le pasa a nuestro cerebro durante la menopausia. Los estudios muestran que más de la mitad de las mujeres cuenta que siente cambios en sus capacidades cognitivas: les cuesta concentrarse, se les escapan las palabras, no se acuerdan dónde dejaron las cosas o qué estaban diciendo. Estos cambios tienden a ser temporales, pero da mucha tranquilidad saber qué nos está pasando en lugar de pensar que tenemos principio de demencia senil o algo por el estilo.

P: Aparentemente no es beneficioso para la mujer tener la menopausia, ¿o sí?

R: Es una muy buena pregunta… Pero como se trata de una transición hormonal, no tenemos muchas alternativas que atravesarla. Veámoslo de otra forma: si llegaste a la menopausia quiere decir que estás viva. Lo importante es tener un muy buen acompañamiento terapéutico, en mi caso hago terapia hormonal de reemplazo, que me ha ayudado mucho a recuperar mi calidad de vida. No es para todas las mujeres, pero sí muchas pueden recibirla. Hay que buscar las mejores estrategias para reducir el impacto de estos cambios. Por ejemplo, en mi caso, para el insomnio tomo melatonina. Cada una, con un buen acompañamiento médico, especializado, puede encontrar –como me gusta decir– el "jean" que mejor le quede o le guste. 

"Mi recomendación a una mujer que ha entrado en la menopausia es que busque una muy buena ginecóloga especializada que la escuche con empatía y le ofrezca las posibilidades terapéuticas"

P: ¿Qué información habrías agradecido tener cuando te llegó la menopausia que no tenías?

R: Que todo lo que venía era normal y tener ya preparado el plan de contingencia. Así no me asustaba o preocupaba tanto. Si una sabe que por delante en la ruta viene una curva, toma las precauciones necesarias para no salir del camino ni chocar, ¿verdad? La información tranquiliza. 

P: ¿Qué diferencias has podido ver que existen entre una mujer con menopausia en un país con recursos y en uno que no?

R: No hace falta irse de país. En un mismo país como la Argentina, con tanta desigualdad socioeconómica, pude observar que para las mujeres de los sectores empobrecidos, la menopausia no es un tema –aunque experimenten los mismos cambios corporales que las mujeres de sectores medios y medios acomodados– porque están preocupadas por la urgencia de darle de comer a sus hijos. 

P: ¿Qué carencias en el sistema español en torno a la menopausia ves más claras?

R: En la mayoría de los países la atención de mujeres durante el climaterio no está incorporado como un tema prioritario de políticas públicas. En España, en marzo, el Ministerio de Sanidad lanzó una muy buena campaña de difusión. Me encantó el 'spot'. Es un primer gran paso para normalizar la conversación. Creo que es un gran ejemplo de por dónde empezar. Luego es necesario que haya protocolos de atención para que todas las mujeres –no solo aquellas que tengan las suerte como yo de tener una ginecóloga especializada– reciban la mejor información basada en evidencia científica de los tratamientos disponibles para poder elegir si quieren o no hacer alguno. La formación de ginecólogos en climaterio debe ser otra prioridad. Y también que el tema se incorpore a la educación sexual integral, para incluir esa conversación entre adolescentes, que son nuestros hijos. Esos son algunos de los ejes que deberían incluirse en las políticas públicas sobre el tema.

P: ¿Cuál sería para ti la hoja de ruta para una mujer que está iniciando síntomas de la menopausia?

R: Prefiero hablar de signos y no de síntomas por esta cuestión de que no es una enfermedad. Lo primero que le diría es que no está sola, y no es la única que tiene sofocones, o se despierta empapada en sudor a la noche y luego no se puede dormir y está más cansada de día, o irritable, porque durmió mal. Tal vez sienta sequedad vaginal –o en los ojos, o en la piel– y le duela al tener relaciones sexuales con penetración y, por eso pierda la libido por el bajón hormonal. Que sepa que todo esto le puede pasar y, aunque suena bastante horrible, hay soluciones… Yo le recomendaría que busque una muy buena ginecóloga especializada que la escuche con empatía y le ofrezca las posibilidades terapéuticas. Si tiene pareja, que lo hable con él o ella. También con sus hijos e hijas, si los tiene. Que se priorice porque es un tiempo para nosotras. Muchas hemos dedicado muchos años a cuidar a los demás. Que ponga en su lista de prioridades hacer deporte y, sobre todo, peso que es clave en esta etapa para proteger al hueso y a los músculos. Además, que siga una alimentación sana, y también le diría que haga la lista de los proyectos pendientes que tiene, desde iniciar algún curso de lo que sea, bailar salsa, hacer boxeo, andar en moto, lo que sea, para sentirse feliz.