Qué significa que un compañero huya de las reuniones, según una psicóloga: "Se da una estrategia de afrontamiento desadaptativa"
¿Qué ocurre cuando alguien quiere evitar participar de actividades en grupo? Una experta nos desvela lo que hay detrás
El significado de que alguien responda a todo con monosílabos, según una psicóloga: "Es una forma de control"
Las relaciones personales en el entorno laboral pueden ser de muchos tipos. Si nuestro caso es el de trabajar de forma presencial, estaremos conviviendo muchas horas del día con colegas del entorno laboral, y es ahí cuando se pueden producir todo tipo de circunstancias. Sin embargo, más allá de las condiciones habituales, hay ocasiones en las que alguien quiere evitar al máximo la interacción con cosas que no tienen que ver con la actividad profesional.
Desde Informativos Telecinco hemos contactado con la psicóloga Anna Sibel —directora de la consulta Amb2 de Barcelona—, quién nos ha ilustrado algunas de las causas que podrían estar detrás de este tipo de comportamientos.
“El cerebro envía señales de alarma más potentes que una sirena de ambulancia”
Anna Sibel explica que la evitación de este tipo de reuniones o actividades puede deberse a varias situaciones personales. Sin embargo, todas ellas responden a una necesidad cognitiva: “Esto representa una estrategia de afrontamiento desadaptativa que, paradójicamente, refuerza los miedos subyacentes que se pretenden evitar. Aquí el cerebro está enviando señales de alarma más potentes que una sirena de ambulancia”.
También ilustra una circunstancia que se da como consecuencia de este tipo de comportamientos: “es una paradoja cruel: mientras más evita, más se refuerza su creencia de que es incapaz de conectar. Es como un músculo que se afloja por falta de uso. El cerebro interpreta cada evasión como evidencia de peligro real”.
¿Por qué alguien puede estar evitando la participación?
Uno de los primeros escenarios que la experta pone encima de la mesa es el Síndrome del Impostor. Y tal y cómo lo define ella, este está “amplificado”. Hace alusión al hecho de que esta persona evitativa se muestra así para evitar ser descubierta. “Cada conversación se puede convertir en un interrogatorio donde teme ser descubierto como fraude”, explica.
La “Ansiedad Social Invisible”, como acuña Sibel, es otra de las posibles casuísticas que pueden estar detrás de este tipo de comportamientos. “La persona parece confiada por fuera. Sin embargo, por dentro está calculando y midiendo cada gesto y cada palabra que quiere decir. Su energía social se agota en muy poco tiempo, ya que dedica muchos recursos mentales a preparar su ‘actuación social’”.
También enfatiza el hecho de haber pasado por malas experiencias en el pasado. “Es posible que la persona que evita esté pasando por un trauma social, pero de forma silenciosa. Una humillación, un rechazo, una traición… Quizás pasó por algo que hizo que el entorno social se convirtiera en campos de minas emocionales”, ilustra.
Las consecuencias de evitar interacciones a toda costa
Además de las posibles causas que pueden estar detrás de este tipo de comportamientos, Anna Sibel da a conocer algunas de las consecuencias que esto puede conllevar, sobre todo, de cara al ámbito laboral.
La primera de ellas es la limitación a la hora de hacer contactos, de adaptarse a los cambios de trabajo, desafíos en nuevos proyectos o a la hora de exponerse en público. También enfatiza las dificultades en presentaciones y reuniones, las reducciones en posibilidades de ascenso y el impacto negativo directo en evaluaciones de desempeño.