Dori, madre de acogida de una niña saharaui, la recibe a su llegada a Bilbao junto a otros 212 menores: "Por fin están aquí"
213 menores saharauis llegan a Bilbao para pasar el verano en Euskadi
Buscan 20 familias gallegas para acoger este verano a niños y niñas saharauis
BilbaoDori Barroso es la madre de acogida de Fatimetu, una niña saharaui de once años que este verano, por tercer año consecutivo, convivirá con ella y su familia. Es “la personita más bonita del mundo”, define Dori a la pequeña, a la que hoy ha ido a recibir al aeropuerto de Loiu.
La niña es una de los 213 menores saharauis, procedentes de los campamentos de refugiados en Tinduf, que llegaban hoy a Euskadi gracias al programa 'Vacaciones en Paz'. "Por fin están aquí", se congratula esta mujer, tras la cancelación de todos los vuelos a España de los menores saharauis de 'Vacaciones en paz 2025'.
Un problema burocrático en la emisión de los pasaportes colectivos por parte del consulado español de Argelia provocó la paralización temporalmente de la llegada de menores a Euskadi, generando un enorme malestar y frustración entre familias de acogida y voluntarios.
A 48 grados, sin agua y con plagas
Una de ellas esta vizcaína, que conoce de primera mano la realidad de los campos de refugiados saharauis y las complejas condiciones de vida que allí tienen y que durante el verano les obligan a soportar “hasta 48 grados de temperatura, el agua no se puede beber porque está contaminada, hay plagas de mosquitos”, condiciones que “un ser humano no debería tener que aguantar y menos los niños”.
Con ese panorama, no es complicado imaginar la ilusión con la que estas 213, niñas y niños llegan a Euskadi a pasar el verano con sus familias de acogida: “Ella tiene muchas ganas de venir”, pero a pesar de la emoción por el reencuentro, Dori no puede evitar pensar en los pequeños que se han quedado allí.
Irati Azkarate, es voluntaria y esta mañana confesaba estar nerviosa y emocionada a partes iguales, “después de todo lo que hemos pasado”. Los pequeños han desembarcado en Loiu con ilusión y, sobre todo, los que vienen por primera “más nerviosos”. Por delante les esperan unas semanas de “cambio de aires” y de "recarga de energía" en las que podrán disfrutar de piscinas, playas y de hacer nuevos amigos, a diferencia de lo que ocurre en los campos de refugiados de tinduf, en Argelia, donde “la mayoría de horas que hace mucho calor están metidos en casa”.
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