Del fondo del mar en Canadá a flotar en la bahía de Pasaia: la nao San Juan renace
La botadura del casco cierra la fase en tierra y da paso a la fase de construcción en el agua
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San SebastiánEl legendario ballenero vasco nao San Juan flota ya en la bahía de Pasaia (Guipúzcoa). La réplica de la embarcación, que se hundió en 1565, construida a imagen y semejanza de la original y siguiendo técnicas de la época, ha sido echada al agua en la localidad costera guipuzcoana.
Hace casi cinco siglos el ballenero vasco San Juan se hundió en las profundidades marítimas frente a la costa de Canadá, sus restos no fueron localizados hasta 1978. Aquel hallazgo inspiró, hace más de una década, la construcción de una réplica de aquel barco vasco en el astillero Albaola de Pasaia.
Durante 12 años, se ha replicado a mano cada una de las piezas del legendario ballenero, tal y como lo hicieron los carpinteros de ribera en el siglo XVI, para dar forma a la embarcación original.
Un trabajo que se ha desarrollado en tierra firme, hasta ahora, momento histórico en Euskadi, porque el casco de la nao San Juan, completamente terminado, ha tocado por primera vez el agua.
La botadura del casco cierra la fase en tierra y da paso a la fase de construcción en el agua. El ballenero, que ya flota en la bahía de Pasaia, es en la actualidad una especie de cascarón vacío y tendrá que ser equipado con alrededor de cuatro kilómetros de cabos, dos juegos de velas (de 600 metros cuadrados, cada uno), anclas forjadas, chalupas balleneras, calderos de cobre, barricas y otros pertrechos, replicados con materiales y técnicas de época que conformarán un galeón vasco del siglo XVI realizado con el máximo rigor histórico.
Esta nueva fase de construcción en el agua se realizará íntegramente en la bahía de Pasaia y hará que la Nao San Juan sea navegable.
Hallado hace 47 años
El pecio del San Juan fue localizado en 1978 en Red Bay (Labrador, Canadá) gracias a las pesquisas realizadas por la historiadora Selma Huxley y a las campañas del Servicio de Arqueología Subacuática de Parks Canada dirigido por Robert Grenier. El estudio y catalogación de miles de piezas permitió definir con precisión el casco y las técnicas constructivas del siglo XVI, convirtiendo al San Juan en referencia internacional para la arqueología subacuática. Albaola abordó la construcción de la réplica científica tras recibir el minucioso informe realizado por Parcs Canada.
La nao San Juan, réplica científica del ballenero vasco del siglo XVI, culmina así la etapa de construcción en tierra y abre su etapa de mar, marcando un hito para el patrimonio marítimo internacional. El proyecto ha recuperado oficios casi desaparecidos como la carpintería de ribera, la herrería, la velería o la cordelería, y se ha hecho con la filosofía de ‘abierto por obras’, es decir, frente al público, en un espacio vivo de investigación, divulgación y transmisión de conocimiento.
Cuando esté listo, este ballenero construido pieza a pieza como hace 500 años, atravesará el Atlántico rumbo a Terranova en una travesía “dura”, recreando las condiciones de vida y navegación de los vascos que en el siglo XVI se enrolaban en barcos de madera, como este, y ponían rumbo a Terranova para cazar ballenas.