Sucesos

El hombre que presuntamente mató a Teresa, la trabajadora social asesinada en O Porriño, asegura que "una bruja" le encargó el crimen

El hombre que mató a Teresa, la trabajadora social asesinada en O Porriño, escuchaba voces. Informativos Telecinco
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Teresa, la trabajadora social asesinada en O Porriño, en Pontevedra, alertó a su empresa de que había sufrido acoso en la casa donde cuidaba a una mujer. El acosador era el marido de esta, que acabó matándola. Los compañeros de la víctima han salido a la calle para mostrar su indignación. Cerca de 300 personas, muchos compañeros de trabajo, se han concentrado para expresar su repulsa y guardar un minuto de silencio en memoria de Teresa.

Fue asesinada en este domicilio de O Porriño con un hacha al empezar su jornada laboral. Teresa cuidaba de una mujer enferma que vivía con su marido, el presunto asesino que acabó con la vida de la trabajadora social. Justo el día antes de su muerte, su coordinadora, Mercedes, recibió un mensaje de WhatsApp en el que Teresa le pedía no volver a esa vivienda por miedo al marido ya que le acosaba. Sin embargo, la empresa le comunicó que no podían dejar de prestar ese servicio social.

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Aseguró que "una bruja" le había mandado

El hombre de 70 años había estado ingresado recientemente en el área de salud mental del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, pero fue dado de alta en contra de sus familiares. Ahora se encuentra detenido, en observación en el mismo hospital y a la espera de que pase a disposición judicial en las próximas horas.

En el momento de su detención, el hombre de 70 años aseguró a la Guardia Civil que "una bruja" le había mandado matar a Teresa mientras "hablaba de forma incoherente" y "desvariaba", según informan desde el periódico 'Faro de Vigo'.

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El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, indicaba este miércoles a los periodistas en Ferrol que el hombre está siendo sometido a exámenes forenses psiquiátricos. Se prevé, tal y como el delegado ha avanzado, que este mismo jueves pase a disposición del juzgado que investiga este caso.

Fuentes cercanas a la familia del hombre detenido por la muerte de Teresa sostienen que los propios hijos del hombre estaban realmente preocupados por el estado de su padre. "Llevaban más de un año pidiendo sin éxito que lo atendiera un psiquiatra en el Sergas. Lo habían llevado a un psicólogo privado", apuntan las fuentes consultadas por el medio de comunicación anteriormente citado.

Sus propios vecinos han confesado a varios medios locales que, en los últimos días, veían al presunto asesino de Teresa "ido".

Las largas listas de espera en psiquiatría

Por eso, el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, ha vinculado el asesinato de Teresa con las "largas listas de espera" en la especialidad de psiquiatría. Losada, a preguntas de los periodistas en Pontevedra, ha señalado que "lo que demuestra" este caso es que estas listas y las "carencias" en la atención a los pacientes "conducen a estas situaciones y en un determinado momento nos encontramos con un lamentable asesinato".

A este respecto, el subdelegado ha asegurado que el detenido, el septuagenario que mató a la asistenta social que cuidaba de su mujer, "parece" que estaba esperando por algún tipo de atención psiquiátrica, aunque ha dicho desconocer "si estaba ya en una lista de espera".

"Creo que no había entrado en los sistemas de atención psiquiátrica, aunque la familia dice que era un clamor, entre comillas, que esta persona tenía algún desequilibrio", ha subrayado. Tras afirmar que "esa es una reflexión que tenemos que hacer", ha reiterado que las listas de espera son "muy largas" y que las primeras consultas se retrasan hasta un año, un tiempo en el que, en ciertos momentos agudos, un paciente puede ser una "bomba de relojería".