A Coruña

A Coruña estrena la primera tasa turística de Galicia: se pagará hasta 2 euros y medio por persona y noche

Los empresarios hoteleros temen que la tasa turística provoque un impacto negativo
Los empresarios hoteleros temen que la tasa turística en A Coruña provoque un impacto negativo. Informativos Telecinco
  • A Coruña se convierte en la primera ciudad en Galicia en hacer efectiva la tasa turística

  • El ayuntamiento sostiene que esta medida no supondrá ningún problema para el turismo

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Desde hoy se aplica una tasa turística en A Coruña que obligará a cada visitante que pase la noche en la ciudad, pagar hasta dos euros y medio más por jornada. Hoy entra en vigor esta nueva medida con la que A Coruña se convierte en la primera ciudad gallega en implantarlo.

La tarifa variará en función de la categoría del establecimiento: cuanto mayor sea, más alta será la tasa. La medida afecta a hoteles y a viviendas de uso turístico. También a cruceros, aunque en este caso no se aplicará hasta 2026.

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El ayuntamiento defiende la medida

Desde el ayuntamiento aseguran que este recargo no supondrá un freno para el turismo y remarcan que la recaudación se destinará a reforzar servicios públicos vinculados al sector.

Por su parte, los empresarios hoteleros temen que la tasa provoque un impacto negativo en la llegada de visitantes y advierten de que podría restar competitividad frente a otros destinos.

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Por su parte, el concejal de Economía y Planificación Estratégica, y portavoz del gobierno municipal, José Manuel Lage, explicó de manera detallada la medida en una reunión: “De esta manera, intentamos brindar todas las facilidades posibles al sector hotelero de A Coruña en esta transición inicial hacia la implementación del impuesto, que entendemos necesario debido al constante crecimiento del turismo, lo que genera un impacto real en los barrios y los servicios municipales: limpieza, recogida de residuos o mantenimiento de espacios públicos”.

De esta manera, el impuesto busca corregir este desequilibrio y garantizar que quienes utilizan estos servicios contribuyan mínimamente a su sostenimiento. Así, el 100% de lo recaudado se destinará a mejorar los servicios públicos en A Coruña. “El impuesto turístico no pretende frenar el turismo, sino hacerlo sostenible sin que el coste recaiga únicamente sobre los coruñeses”, añadió Lage, quien recordó que el Ayuntamiento está aplicando la legislación sectorial aprobada por la Xunta en la ciudad. “El turismo es una actividad económica positiva para la ciudad y siempre contará con nuestro apoyo. Este impuesto es equilibrado y no tendrá ningún impacto negativo”, indicó Lage.

No todos tendrán que pagar el impuesto

La normativa estipula los casos concretos en los que no se aplicará el recargo. Por ejemplo, para menores no emancipados, personas con una discapacidad superior al 65%, deportistas miembros de competiciones oficiales, estancias por motivos médicos, personas admitidas en programas sociales de la UE o estancias motivadas por obras en la vivienda habitual. En el caso de los cruceros, estarán exentos del impuesto hasta 2026. El Ayuntamiento también incluye una exención específica para el turismo de congresos, un sector en auge desde hace años.

Quienes quieran solicitar estas exenciones podrán hacerlo directamente en los establecimientos hoteleros donde se alojen, rellenando un formulario específico que el Ayuntamiento distribuirá próximamente.

 Santiago de Compostela es otra de las ciudades gallegas que ya ha aprobado la entrada en vigor de la tasa turística, que se hará realidad unos días después, desde el 1 de octubre. Una medida qe en la capital gallega también busca equilibrar los costes de la actividad turística. Vigo es otra de las ciudades gallegas donde está previsto que se implemente la tasa en un futuro próximo.

En Cataluña se duplicará la tasa

Por otro lado, el Gobierno de Cataluña, para evitar la masificación y promover más ayudas de acceso a la vivienda, duplicará la tasa turística en toda la comunidad. Donde más se va a notar es en Barcelona porque este impuesto puede alcanzar los 15 euros por noche en algunos hoteles de lujo. Los hosteleros se posicionan en contra y establecen que "esta medida amenaza con destruir la competitividad de un tejido empresarial clave para el desarrollo económico y social".