Donetsk adelanta que no habrá piedad con algunos de los prisioneros de Azovstal: serán condenados a muerte

Ucrania resiste en lo que ya son 96 días de guerra desde que Rusia decidiese invadir el territorio. Lejos de cualquier atisbo de cesar en el fuego, las fuerzas de Vladímir Putin continúan atacando y han convertido la ciudad de Sievierodonetsk, punto clave para abastecer a las tropas ucranianas en el frente de Lugansk, en la nueva Mariúpol.

El Kremlin sabe que es una llave para controlar toda esa provincia, e intensifica los ataques mientras los soldados ucranianos tratan de resistir, tal como lo hicieron semanas atrás sus compañeros en la siderúrgica de Mariúpol; en la famosa planta de Azvostal donde los últimos que quedaron en la ciudad se refugiaron hasta que, asfixiados, sin comida y sitiados por Rusia, hubieron de asumir la rendición o ser sometidos ante la victoria del Kremlin, anunciada el pasado 20 de mayo.

Sin piedad con los prisioneros de guerra de Mariúpol: algunos serán condenados a muerte

Para ellos, no habrá piedad. Lo han manifestado hoy las autoridades de la autoproclamada república de Donetsk, que han adelantado que algunos de los prisioneros de la planta de Azovstal, incluidos aquellos que se rindieron, serán condenados a la pena de muerte.

"Primero puedo decir que entre los que están bajo custodia, hay personas que recibirán la pena capital”, ha dicho Yuri Sirovatko, ministro de Justicia de Donetsk, en declaraciones a la agencia rusa Interfax, recogidas por Europa Press.

En esta línea, ha señalado que "todos los prisioneros de guerra se mantienen en condiciones dignas", "se les brindan tres comidas al día, atención médica y todo lo esencial", ha dicho, al tiempo en que ha asegurado que "se tomará una decisión justa sobre cada caso específico", algo difícil de creer después de anunciar que para algunos de los que lucharon para defender a su país de la invasión el castigo será directamente la muerte.

A este respecto, días atrás fue uno de los portavoces del Gobierno de esta autoproclamada república, Viktor Gavrilov, quien adelantó que hay tres "mercenarios extranjeros", –dos británicos y uno marroquí–, que pueden enfrentarse también a la pena capital por participar en las acciones del Ejército ucraniano.

Son los británicos Sean Piner y Andrew Hill y el marroquí Sadun Brahim, capturados durante enfrentamientos en el Donbás. Ellos forman parte de los casi 7.000 extranjeros procedentes de más de 60 países que participan del lado de Kiev en el conflicto, según señala Rusia.

Rusia intensifica sus ataques en Sievierodonetsk y Kramatorsk

Tras la toma definitiva de la planta de Azovstal, último reducto de la resistencia ucraniana en la asediada ciudad de Mariúpol, situada a orillas del mar Azov, –clave para el intento de Vladímir Putin de cerrar la salida al mar de Ucrania y unir la región de Donbás con la península de Crimea, ambos bajo el paraguas del Kremlin–, Rusia tiene ahora prisa por conquistar Sievierodonetsk. Putin pretende proclamar su triunfo como en Mariúpol, y mientras tanto su propaganda habla ya de que controlan el 50% de la ciudad, clave para conquistar la provincia de Lugansk.

Al mismo tiempo, los ataques también se recrudecen en Kramatorsk, también enclave militar estratégico en esa ofensiva.