¿Crisis de Gobierno en Italia?

  • Desde hace semanas una crisis de gobierno sobrevuela al país transalpino

  • El M5S anunció a última hora del miércoles que en el voto en el Senado del día de hoy saldría del aula

  • La ruptura podría consumarse por este motivo tras el aviso de Draghi de que la coalición no sobreviviría sin los grillinos

Las intenciones de Giuseppe Conte, dicen fuentes conocedoras, no eran romper antes de verano, pero la insurrección dentro de sus filas ha superado su propia maniobra de actuación y, como declaró el propio líder en una rueda de prensa a última hora del miércoles, durante la jornada de hoy saldrán del aula cuando se vote el “decreto ayudas”. El paquete de medidas, al que el propio premier Mario Draghi vinculó su supervivencia, fue el gran caballo de batalla del M5S en las últimas semanas. La norma, incluida en el decreto, que otorga la posibilidad al Ayuntamiento de Roma de introducir un termovalorizador para gestionar el grave problema de residuos que arrastra desde hace décadas la capital, es inaceptable para los grillinos. Se niegan en rotundidad porque la consideran un drama ecológico, pero que esta haya sido la carta final del enfrentamiento, en un momento como este, nadie se la esperaba. Aunque una crisis de Gobierno en pleno verano italiano no es nada nuevo. Cuando el 28 de junio en su viaje a Roma el fundador del partido, el cómico Beppe Grillo, insistía en que no podía caer la “confianza” a la coalición por un tema así, parecía que las aguas se calmaban. Sus palabras fueron: “No podemos hacer caer el Gobierno por el termovalorizador de Roma, no lo entendería nadie”. Pero cuando las cuerdas están a punto de romperse, ni las palabras de los más relevantes tienen el peso esperado. 

Y es que el riesgo de que Conte se lleve la imagen de haber hecho caer el Gobierno en unas circunstancias así no es poca cosa. Sería una culpa demasiado grande para el líder del M5S, pero las tensiones son diversas y en este momento encallado puede no verse la luz e intentar romper definitivamente. Durante el miércoles se reunió en varias ocasiones con su partido y mantuvo una conversación clave con Draghi al teléfono. Se dice, así, que ayer el líder de los Cinco Estrellas hizo de todo para que hoy el Gobierno siguiese unido, pero la disidencia entre los suyos ha terminado dinamitándolo todo. Al teléfono el primer ministro repitió algo que ya había dicho en la rueda de prensa de este martes: El Gobierno se mantendrá en pie mientras pueda trabajar, un Ejecutivo con ultimátum no puede seguir adelante. En la llamada insistió que si hoy el M5S no votaba sería una fractura irreconciliable. El propio primer ministro insistió durante semanas que el papel de los grillinos era fundamental en una coalición que había nacido con una finalidad técnica y que debería mantenerse compacta de principio a fin. No aceptaría que saliesen a pesar de una colaboración externa puntual. Draghi no quiere ni ve un segundo Ejecutivo en esta legislatura, si hoy el M5S rompe, lo próximo serán unas elecciones anticipadas y esta la víspera de la tercera crisis de Gobierno desde las elecciones de 2018.

Pero no es solo el M5S que arroja al país a unas nuevas elecciones. Ayer el líder de la Liga, Matteo Salvini, hizo saber que ante la salida de hoy del voto del M5S se iría a una cita electoral. Posición que no lo beneficia directamente pero que podría dejar muy bien al trío de centro derecha porque la conservadurista Giogia Meloni, líder de Hermanos de Italia, es primera en las encuestas desde hace meses. Enrico Letta, líder del PD, ayer marcaba de nuevo una línea roja del día en un último intento desesperado por presionar al grupo de Conte, aunque su postura en las últimas y complicadas semanas ha sido siempre colaborativa y discreta, esto muestra que cuando todo está a punto de saltar por los aires hasta las voces más fieles a Mario Draghi muestran su temor. Silvio Berlusconi, líder de Fuerza Italia, pedía ya hace días una “verificación de la mayoría”. Una palabra que no tiene un significado concreto en la Constitución italiana y que en cada época política se elige el significado que darle, pero que serviría para “arrejuntar” de nuevo al Gobierno, quizás darle otro rol al M5S dentro de la coalición y permitirle a Draghi seguir, al menos hasta este otoño, con algunas pequeñas modificaciones.

Ahora el margen para que las respuestas sean lo más imaginativas posibles aún existe porque la política italiana está acostumbrada a reinventarse. Se espera que durante la jornada, no se sabe si antes o después del voto al Senado que está previsto después de mediodía, el propio Draghi vuelva a visitar al Presidente de la República Sergio Mattarella por la enésima vez en varias semanas. Para el ex jefe del BCE parece que está todo perdido, pero el rol del Presidente de la República será de intentar remendar las diferencias ante una crisis que, asegura la prensa italiana, aún cree que puede gestionarse dado que lo que hoy se vota podría aprobarse igualmente sin el M5S. Si Draghi no consiente esta ruptura en un voto fundamental como es el del "decreto ayudas", que prevé medidas para paliar la inflación en el bolsillo de los italianos, no dudará más pronto que tarde en dejar paso a unas nuevas elecciones en el país.