Rusia reduce un 20% el envío de gas a Europa

Las represalias de Rusia a Europa que pronostican un difícil invierno se cumplen. La empresa rusa Gazprom desde este miércoles reducirá un 20% el envío de gas a Europa a causa de la realización de trabajos de mantenimiento.

El gasoducto Nord Stream dejará de bombear 33 millones de metros cúbicos a partir de hoy miércoles por problemas en una turbina, según ha asegurado en un comunicado oficial que ha disparado todas las alarmas en Alemania.

Rusia ya había recortado el volumen de entregas de gas a Europa, argumentando la imposibilidad del gasoducto de funcionar normalmente por la falta de una turbina que estaba en reparación en Canadá y no había vuelto a Rusia a causa de las sanciones impuestas por occidente por la invasión de Ucrania.

Berlín asegura que los cortes de gas son simplemente un castigo de Rusia por las sanciones. "Intenta debilitar el gran apoyo a Ucrania y abrir una brecha en nuestra sociedad. Para ello, agita la incertidumbre y hace subir los precios. Estamos contrarrestando esto con unidad y acción enfocada. Estamos tomando precauciones para pasar el invierno", ha lamentado Habeck.

El gasoducto ruso actualmente opera a un 40% de su capacidad, con lo que a partir hoy se reducirá a un 20% lo que supone que dejarán de llegar a Europa unos 33 millones de metros cúbicos de gas al día.

Nord Stream, con una capacidad de 167 millones de m3, según la empresa estatal Gazprom, conecta a Rusia con Alemania por el mar Báltico. Es una infraestructura estratégica para el suministro de gas a Europa, muy dependiente de los recursos energéticos rusos.

La UE acuerda reducir el consumo de gas un 15% hasta primavera

La Unión Europea, por su parte, se prepara para enfrentar lo que se augura un invierno difícil. Los ministros de Energía de la UE han alcanzado este martes un acuerdo político para reducir de forma "voluntaria" el consumo de gas en el mercado comunitario un 15% hasta la próxima primavera.

El acuerdo político del bloque comunitario, al que sólo Hungría se ha opuesto, plantea reducir la demanda de gas un 15% desde el 1 de agosto y hasta el 31 de marzo del próximo año, respecto a la media de consumo de los últimos cinco años aunque cada país escogerá qué medidas que implementará.

Las medidas de reducción de la demanda que adopten los países comunitarios deberán priorizar que no afecten a los clientes protegidos, como los hogares y los servicios esenciales.