Marcos Méndez, reportero de Informativos Telecinco, sorprendido por un bombardeo en Mykolaiv: "¡Vamos a por el chaleco!"

  • Marcos Méndez, reportero de Informativos Telecinco, se ha visto sorprendido por un bombardeo ruso en Mykolaiv, Ucrania

  • El reportero se encontraba "haciendo acopio de agua" tras decretarse un toque de queda en la región

  • Todo el sur de Ucrania se mantiene en alerta por una posible ofensiva del ejército ruso en la zona

La guerra en Ucrania dura ya 5 meses y 14 días y, pese a voces como las del excanciller alemán Gerhard Schröder que aseguran que Vladímir Putin podría estar buscando una salida negociada, todo cuanto se observa en el campo de batalla es muerte y destrucción; ningún signo de que la invasión rusa vaya a terminar. Prueba de ello es el reciente bombardeo ocurrido junto a un supermercado en Mykolaiv, donde se encontraba Marcos Méndez, reportero de Informativos Telecinco, testigo directo de la situación de pánico vivida en el lugar.

 “¡Vamos a protegernos! ¡Vamos a por el chaleco!”, exclamaba, buscando refugio junto a una fuente, mientras ciudadanos ucranianos lo hacían tras los coches y tras cualquier rincón en pleno ataque.

Marcos Méndez se vio sorprendido por las bombas cuando compraba en el centro de la ciudad y asistió a esos primeros momentos de tensión en los que los vecinos intentaban ponerse a salvo; un ataque que se producía tras otra noche en vilo por el incesante asedio ruso.

Marcos Méndez estaba haciendo acopio de agua por el toque de queda decretado en Mykolaiv

Explicando las circunstancias en que se ha producido el bombardeo, Méndez ha detallado que en ese momento se encontraban “haciendo acopio de agua” porque “entra en vigor un toque de queda” en la región que se va a extender desde las 00:00 de esta noche a las cinco del lunes ante la “alerta en todo el sur de Ucrania por una posible ofensiva del ejército ruso en la zona”.

El ataque ruso ha dejado diez víctimas, entre ellos una niña de 14 años que ha muerto. El resto son heridos, pero todavía los servicios de emergencia trabajan en la zona, mientras las columnas de humo se suceden, constatando la devastación dejada por los ataques.

Rusia libra una batalla encarnizada en Donetsk

El bombardeo ruso, que se ha producido justo después de que se anunciase el toque de queda, es una prueba más de que el conflicto está lejos del fin. En Donetsk, día tras día se libra una batalla encarnizada, mostrada ya como si se tratase de un videojuego de guerra por las fuerzas de Moscú, que intentan contrarrestar los informes que hablan de desánimo y deserciones tras meses de ofensivas. Para ello, los soldados prorrusos van provistos de armas, pero también de cámaras con las que intentan dejar testimonio de cómo pelean unidos por cada metro de terreno. A menudo, los acompañan periodistas enviados por el Kremlin, que narran casi en directo cada conquista, por pequeña que sea.

Mientras, desde Kiev tampoco se pierde la ocasión de enseñarnos otra realidad: la del suelo ucraniano convertido en la tumba de aquellos que han cometido el error de intentar invadirlo.