Los católicos ya superan a los protestantes en Irlanda del Norte

  • Es la primera vez que son mayoría desde la partición de la isla en 1921, cuando los protestantes eran el 66%

  • El censo de 2021 también muestra que hay un 17% de no religiosos y un incremento de la identidad irlandesa

  • Los nacionalistas irlandeses lo interpretan como un paso más hacia un referéndum de reunificación de la isla

Los católicos superan por primera vez a los protestantes en Irlanda del Norte en los cien años de historia de la región. El censo de la región de 2021 publicado esta semana muestra que el 45,7% de las personas se identificaron como católicas o se criaron en esa religión, en comparación con el 43,5% como protestantes. En el censo anterior, en 2011, el 48,4% se identificaba como protestante y el 45% como católico. O sea, que han aumentado los católicos en un 0,7% y han dismuido los protestantes en casi un 5%.

Esta superioridad católica en Irlanda del Norte supone un hito en la región. Era algo impensable hace unos años ya que cuando fue creado el territorio en 1921, las dos terceras partes eran protestantes. Se produce, además, coincidiendo con la victoria por primera vez de los republicanos irlandeses católicos del Sinn Féin en las elecciones regionales de mayo. En los cien años de historia de la región siempre habían gobernado los unionistas británicos protestantes (desde 1998, tras los acuerdos de paz, mediante un gobierno compartido).

La victoria electoral del Sinn Féin de mayo ya reflejaba en parte ese cambio demográfico en la región. Pero solo en parte porque el Sinn Féin apenas ganó un 1% porcentaje de voto y, en conjunto, los partidos republicanos perdieron votos y también los unionistas en favor del Partido de la Alianza, partido aconfesional que aglutina a votantes de las dos comunidades.

De hecho, el censo revela que la proporción de personas que se identifican como no religiosas en Irlanda del Norte casi se ha duplicado en la última década y ahora está en 17%. Revela, además, una fuerte caída en la identidad británica y un leve aumento en la identidad irlandesa. Se consideran británicos el 31,8% (un 8,2 menos que en 2011), irlandeses el 29,1% (+5,9%) y norirlandeses el 19,8% (-1,2%).  También que ha incrementado en un 63,5% el número de ciudadanos con pasaporte irlandés como consecuencia del Brexit. Se ha pasado de 375.800 personas en 2011 a 614.300 en 2021. La población de Irlanda del Norte es de 1,8 millones de personas.

Cambio de orden

O sea que a nivel político se ha producido un cambio de orden con los republicanos del Sinn Féin tocando poder en el norte de la isla y con la inclusión en su programa electoral del impulso del debate para convocar dentro de diez años un referéndum de reunificación de la isla de Irlanda, consulta contemplada en los acuerdos de paz de 1998 siempre y cuando se pruebe que han cambiado las mayorías. Deberían celebrarse dos consultas, una en el norte y otra en el sur. Y a nivel demográfico también se ha producido un cambio de orden con esta inesperada hegemonía de católicos y el auge de la identidad irlandesa.

Pero las últimas elecciones demostraron que la gente ya no vota solo por la pertenencia a una religión o a una comunidad, sino también por proyectos políticos. El Partido Unionista Democrático (DUP), la formación más votada desde 1998, perdió votos por haber dado apoyo a un Brexit que ha perjudicado profundamente a la región y por sus ideas ultrareligiosas que no encajan con la sociedad actual y con la gente joven.

Mientras que el Sinn Féin inició en 2018 una transformación desprendiéndose de la mochila de la lucha armada con el ascenso de dos líderes femeninas que no tenían vínculos con el IRA, Mary Lou McDonald y Michelle O’Neill. El Sinn Féin se impuso en las últimas elecciones irlandesas, en el sur de la isla, de 2020, en número de votos y porcentaje pero no en escaños con un programa progresista. Los dos partidos conservadores acabaron formando una coalición de Gobierno, pero la eclosión del del Sinn Féin les forzó a empezar a hablar de un posible referéndum de reunificación. Y también se impusieron en el norte.

La disputa británico-irlandesa

La isla de Irlanda fue colonizada y ocupada por los británicos procedentes de la isla de Gran Bretaña a principios del siglo XVI. Irlanda firmó el Acta de Unión con Gran Bretaña en 1800 y pasó a ser parte del Reino Unido. En 1916 empezaron los alzamientos irlandeses para independizarse del Reino Unido aprovechando que los británicos estaban luchando en la Primera Guerra Mundial y que derivaron en la guerra de independencia irlandesa entre 1919 y 1921 que acabó con la creación en 1922 del Estado Libre Irlandés que más tarde se convertiría en la República de Irlanda.

La isla de Irlanda fue partida en mayo de 1921 y esta partición fue ratificada en 1922 con el Tratado anglo-irlandés que puso fin a la guerra. La isla tenía 4 provincias y 32 condados. De los 9 condados de la provincia del Ulster, seis, los de mayoría protestante, constituyeron la región de Irlanda del Norte, que quedó dentro del Reino Unido. En los años sesenta empezó el conflicto entre católicos proirlandeses republicanos y protestantes probritánicos unionistas por la discriminación de los primeros ya que la región era gobernada por los protestantes británicos. El conflicto terminó con los acuerdos de paz de 1998 que eliminaban cualquier frontera entre norte y sur.

Los grupos paramilitares de ambos bandos se desarmaron. La situación en la región se calmó y volvió a tensionarse tras el Brexit, que obligó a trasladar la frontera a la costa, o sea, en el interior del Reino Unido, provocando el rechazo del DUP que considera que esto provocará a largo plazo la escisión de Irlanda del Norte del Reino Unido y la reunificación de la isla. El DUP se niegan a entrar en el Gobierno compartido con el Sinn Féin hasta que el Gobierno de Londres no elimine el protocolo del Brexit y la frontera interior.

Un paso más hacia la reunificación

Los partidos nacionalistas irlandeses interpretan los resultados del censo como la constatación de que la balanza se ha decantado hacia el lado republicano y que es un paso más hacia un referéndum de reunificación de Irlanda. La vicepresidenta de Sinn Fein, Michelle O'Neill, aseguró que era “otra indicación clara de que se está produciendo un cambio histórico en la isla”. Mientras que el diputado del Sinn Féin John Finucane afirmó que “debemos prepararnos para un nuevo futuro constitucional y una nueva Irlanda” y que “el gobierno irlandés [en el sur de la isla] debería establecer una Asamblea de Ciudadanos para planificar la posibilidad de un referéndum de reunificación”.

El líder del Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP), Colum Eastwood, dijo que “el Norte se ha transformado por completo” un siglo después de la partición y que los resultados del censo “no deben ser minimizados o disminuidos por miedo o politiquería poco sincera”. “Este es un momento fundamental en la historia de la Irlanda moderna -reivindicó Eastwood-. Hemos construido una sociedad más inclusiva y diversa y hemos roto los lazos de un estado opresivo que discriminó la minoría católica en cada una de sus manifestaciones durante demasiado tiempo”.

Quitar hierro

Por su parte, los unionistas han quitado hierro al censo. El DUP dijo que el censo no debería convertirse en “un recuento sectario” ni usarse como arma para convocar por un referéndum de reunificación. “Sacar conclusiones basadas en el número de protestantes y católicos es simplista y vago”, afirmó el partido en un comunicado. El diputado del DUP, Phillip Brett, fue más allá y dijo que el censo mostraba que “durante los últimos veinte años ha habido [en Irlanda del Norte] una tendencia hacia una minoría protestante, una minoría católica y una minoría que no se identifica con ninguna de las dos”. Y que “en vez de centrarnos en un referéndum de reunificación que divide la sociedad, debemos asegurarnos que Irlanda del Norte construya servicios públicos de primera clase y un verdadero futuro compartido”.

Brett también atacó al Sinn Féin por fomentar un referéndum pese a que “en los últimos veinte años, la cantidad de personas que votan por partidos a favor del referéndum ha disminuido”. Por su parte, el parlamentario del Partido Unionista del Ulster (UUP), Mike Nesbitt dijo que Irlanda del Norte se estaba convirtiendo en una "sociedad moderna y pluralista”, que no todos los católicos eran nacionalistas y no todos los protestantes votaron a partidos unionistas, y que su partido está centrado en “aumentar el número de personas que apoyan a la Unión [de Gran Bretaña e Irlanda del Norte], independientemente de su afiliación religiosa o antecedentes”.

Por último, el vicelíder de la Alianza, Stephen Farry, afirmó que es “importante reconocer que la religión no define claramente las preferencias u otras identidades” y que el crecimiento de su partido da buena fe de ello. La Alianza es un partido lideraldemócrata, de centro, de origen unionista, aconfesional, que intenta superar las diferencias entre católicos y protestantes y que cree que el gobierno compartido estipulado por los acuerdos de paz no refleja los cambios demográficos en la región y que debe cambiar el sistema de gobierno. Farry agregó que “Irlanda del Norte está cambiando muy rápido y que “la diversidad refuerza la necesidad de un futuro compartido e interdependiente”.