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El Consejo Médico del estado de Florida ha aprobado esta madrugada un código de conducta que afecta a unos 57.000 médicos, por el cual se prohíbe que los menores de edad sean objeto de tratamientos hormonales que bloquean la pubertad o cirugías de cambio de sexo. Aunque el código no es de aplicación inmediata, convierte a Florida en el primer estado en el que los tratamientos transgénero a menores tendrán que ser supervisados por varios expertos de forma transversal. Tanto el Consejo Médico como el comité de Medicina Osteopática de Florida han votado que se prohíba a los menores de 18 años que sufren de "disforia de género" acceder a la atención médica, incluidos bloqueadores hormonales y cirugía de cambio de sexo.
Pese a que ambas juntas que representan a unos 70.000 médicos, votaron a favor de no hormonar a los jóvenes hasta los 18 años, sin embargo están divididos respecto de los ensayos clínicos: mientras que la asociación mayoritaria, la Junta de Medicina eliminó una disposición en la ley que permitiría continuar con los ensayos clínicos de tratamientos de atención de afirmación de género, la junta osteopática ha votado para mantener esa disposición. En la práctica y de mantenerse así implicará que habrá dos formas de abordar la disforia de género en la Florida.
El código aprobado tendrá un período de revisión de 28 días, en el que se permiten comentarios públicos adicionales, antes de que pueda entrar en vigencia, según NBC News. Los médicos han votado sobre estas prácticas tras meses de polémicas sobre como abordar la cuestión transgénero en los menores. En su declaración han enfatizado que se trata de un código "apolítico" y han citado como principal argumento la falta de evidencia sobre los beneficios en los menores que reciben este tipo de tratamientos. Aseguran que no hay suficientes estudios que respalden estas intervenciones clínicas y quirúrgicas y solicitan estudios estudios que respalden las actuales prácticas de dar bloqueadores hormonales a decenas de niños e incluso realizar operaciones quirúrgicas sin la suficiente evidencia clínica. La propuesta aprobada de forma preliminar el viernes solo se aplicará, de aprobarse a partir de ese momento. Los niños que ya están en tratamiento no se verá detenido.
La votación ha sido de 6-3 y los 9 miembros del Comité han sido elegidos para el puesto por el gobernador del estado de Florida, el republicano Ron DeSantis que lidera la batalla contra la cultura woke en la Florida, a días de las elecciones de medio término (legislativas) en Estados Unidos. En los últimos años se ha levantado una gran polémica por el alto número de menores que se califican como transgénero y que sus padres piden una intervención hacia el cambio de sexo.
La Asociación Médica Estadounidense se ha opuesto formalmente a las medidas estatales que prohíben la atención de afirmación de género para menores, asegurando que la legislación que prohíbe esa atención “representa una intrusión gubernamental peligrosa en la práctica de la medicina y será perjudicial para la salud de los niños transgénero en todo el país”. “Cada asociación médica importante en los Estados Unidos reconoce la necesidad médica de la atención relacionada con la transición para mejorar la salud física y mental de las personas transgénero”, escribió la AMA en una carta de 2021 a la Asociación Nacional de Gobernadores en oposición a las políticas que prohíben la transición de género de los menores. Además de la AMA, grupos médicos que incluyen la Academia Estadounidense de Pediatría, la Asociación Estadounidense de Psicología y la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente también han enfatizado su apoyo para el acceso a la atención de afirmación de género para menores.
Alrededor de 300,000 adolescentes se identifican como transgénero en los Estados Unidos, casi el doble que las estimaciones anteriores, según una investigación recientemente publicada por la Universidad de California (UCLA). Según el informe de un departamento financiado específicamente para hacer estudios LGTBIq, la población actual de jóvenes entre las edades de 13 a 17 años tiene muchas más probabilidades de identificarse como transgénero en comparación con las generaciones anteriores.
Centenares de asociaciones de padres en Estados Unidos se han opuesto a las políticas denominadas de "afirmación de género" que se han establecido en muchos estados demócratas al denunciar la "presión social" y la falta de estudios científicos que determinen si hay o no daño a la persona una vez sometida al cambio de sexo, y como afecta a la salud mental.