Un general de EE.UU. pone fecha a la guerra entre China y Taiwán: 2025

  • Así lo hizo saber a miembros de su división en un memorando interno que ha sido filtrado a la prensa

  • La razón de esa fecha es porque en 2024 habrá elecciones en EE.UU. y Taiwán que les mantendrán “distraídos”

  • Insta a que el Ejército estadounidense se prepare para lo peor y China responde: “Taiwán es una línea roja”

La dinámica beligerante entre China y Taiwán no ha variado con el cambio de año. Los ejercicios militares continúan en los alrededores de la isla autónoma y tanto el Ejército de Liberación Popular (ELP) como las Fuerzas Armadas taiwanesas siguen sacando músculo ante una hipotética guerra. La región está acostumbrada a percibir como algo cotidiano las constantes pruebas militares - que también lleva a cabo Estados Unidos junto a naciones amigas como Corea del Sur o Japón-, aunque no por habituales éstas dejan de ser relevantes, ya que suponen un inquietante indicativo de las tensiones patentes en el Indo-Pacífico. Un reciente informe interno, filtrado a la NBC, de un alto cargo de las Fuerzas Aéreas estadounidenses va más allá y pone fecha al ansiado objetivo de reunificación de Taiwán a China: 2025.

Se trata de un memorando que contiene la opinión personal del general Mike Minihan y que ha sido dirigido a sus inmediatos subordinados. “Espero equivocarme. Mi instinto me dice que lucharemos en 2025”, esgrime el jefe del Comando de Movilidad Aérea estadounidense, un área que cuenta con 50.000 miembros y 500 aviones que tienen el fin de coordinar labores de transporte y de repostaje. En el escrito, Minihan recomienda la creación de “un Equipo de Maniobra de Fuerzas Conjuntas fortificado, preparado, integrado y ágil, listo para combatir y vencer dentro de la primera cadena de islas (que van desde Japón a Indonesia)”. 

Con su postura, el general tiene el propósito de adelantarse a los acontecimientos y que los militares estadounidenses estén preparados para lo peor. Por eso sugiere que haya más compromiso en los ejercicios militares. “Ejecútenlos deliberadamente, no temerariamente. Si se sienten cómodos en su enfoque del entrenamiento, entonces no están asumiendo suficientes riesgos”, agrega convencido de que 2025 será el año de una posible guerra porque tanto Taiwán como EE.UU. tendrán elecciones presidenciales en 2024. Apunta a que ambas naciones estarán “distraídas” y el presidente chino, Xi Jinping, tendrá la oportunidad de actuar sobre Taiwán.

“Apunten a la cabeza”

Minihan no es el único que tiene una postura pesimista, aunque no tan concisa sobre cuándo podría saltar un conflicto. El subsecretario del Departamento de Defensa de Australia, Peter Jennings, ha confesado que en su nación también tienen esa corazonada. “En toda nuestra comunidad de defensa e inteligencia existe una preocupación real por el alto riesgo de conflicto con China en el Indo-Pacífico. No seríamos tan previsores como los estadounidenses para ponerle una fecha, pero todo el mundo entiende que es de esta década de la que estamos hablando”.

La sutileza del informe de Minihan brilla por su ausencia tras otra sorpresiva recomendación. “[Durante febrero] disparen un cargador a un blanco de siete metros con la plena convicción de que lo que más importa es la letalidad sin arrepentimientos. Apunten a la cabeza”, sostiene mientras recomienda también a su personal que actualice sus contactos de emergencia. 

Los ejercicios militares del ELP en el Estrecho de Taiwán fueron especialmente intensos el año pasado, especialmente tras la visita de Nancy Pelosi a Taipéi. A finales de diciembre, sólo en 24 horas, 71 cazas chinos y siete barcos fueron dirigidos a la isla. A comienzos de enero se llevaron a cabo más simulacros militares que se centraron en asaltos terrestres y marítimos. Esto fue confirmado en un comunicado de emitido por el ELP en el que aseguraron haber realizado “patrullas conjuntas de preparación para el combate y ejercicios de combate real [para] contrarrestar resueltamente las acciones provocadoras de fuerzas exteriores y de las fuerzas separatistas independentistas de Taiwán”. 

Desde Taipéi condenan enérgicamente las pruebas del gigante asiático mientras dejan clara su posición: “El Ejército de la nación conoce muy bien la situación en el Estrecho de Taiwán y sus alrededores, y responde con calma. Nuestro pueblo puede estar tranquilo”, aseguraron en otro comunicado extendido por la oficina presidencial en el que indicaron que no tienen pensado intensificar el conflicto ni provocar disputas, sino que pretende defender su soberanía y seguridad.

Preocupación compartida

Aunque la opinión personal de Minihan no está vinculada con el sentir oficial del Pentágono o de la Casa Blanca, existen precedentes sobre la preocupación de un conflicto armado cercano en la región. El almirante de la Marina estadounidense, Phil Davidson, pronunció unas palabras en el Congreso durante 2021 en las que alertó sobre el auge de China y la posibilidad de que el ELP ataque Taiwán antes de 2027. El secretario de Estado, Antony Blinken, afirmó el año pasado que Pekín está buscando la reunificación en un plazo más prematuro de lo contemplado originalmente. Esta semana, el republicano, Michael McCaul, nuevo presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU., también ha expresado que hay muchas probabilidades de de que veamos un conflicto entre China y Taiwán en el Indo-Pacífico. 

Una de las portavoces del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, contestó el lunes al memorando de Minihah. “Taiwán es parte de China. Resolver la cuestión de Taiwán es asunto de los chinos. La verdadera causa de la nueva ronda de tensiones a través del Estrecho de Taiwán es el hecho de que las autoridades del [Partido Democrático Progresista] DPP sigan solicitando el apoyo de EE.UU. para la “independencia de Taiwán” y la agenda de algunas personas en EE.UU. de utilizar Taiwán para contener a China. Instamos a Estados Unidos a que respete el principio de una sola China y los tres comunicados conjuntos chino-estadounidenses, cumpla el compromiso de los líderes estadounidenses de no apoyar la “independencia de Taiwán”, deje de inmiscuirse en la cuestión de Taiwán, cese los contactos militares con Taiwán y deje de crear nuevos factores que puedan provocar tensiones en el Estrecho de Taiwán”. 

Inminente visita de Blinken a Pekín

Blinken tiene previsto visitar China alrededor del 5 o el 6 de febrero para continuar con las conversaciones iniciadas entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y Jinping en el marco del G-20 en Bali a finales del año pasado. Según el Departamento de Estado estadounidense, sobre la mesa habrán asuntos relacionados con la competitividad de ambas naciones, la cooperación, la lucha global contra la distribución de estupefacientes, Ucrania, la península de Corea y Taiwán. “La cuestión de Taiwán está en el centro de los intereses fundamentales de China. Es la piedra angular de los cimientos políticos de las relaciones chino-estadounidenses, y la línea roja número uno que no debe cruzarse entre China y Estados Unidos. En ningún momento Estados Unidos debe intentar cruzar esa línea roja”, apuntó Ning. (…) El futuro de nuestros dos pueblos -de hecho, el futuro de todo el planeta- depende de una relación sana y estable entre China y Estados Unidos.

Esperamos que EE.UU. colabore con China y permita que las interacciones entre China y EE.UU. se definan por el diálogo y la cooperación beneficiosa para ambas partes, y no por la confrontación y la competencia de suma cero, y que cumpla los importantes acuerdos comunes alcanzados por los dos jefes de Estado para devolver las relaciones bilaterales a la senda del crecimiento sano y estable”, agregó la portavoz china.