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El caso de April Burrell podría revolucionar la Psiquiatría. La mujer, que llevaba en estado de catatonia más de dos décadas por una forma grave de esquizofria, ha despertado gracias al hallazgo de un grupo de más de 70 expertos. La sometieron a un tratamiento para lupus neuropsiquiátrico.
En 1995, April Burrell sufrió una experiencia traumática derivó en constantes alucinaciones visuales y auditivas. Le diagnosticaron una grave esquizofrenia, por la que tuvo que ser ingresada en un hospital psiquiátrico de Nueva York.
Con solo 21 años, la joven estudiante de contabilidad en la Universidad de Maryland (EEUU), perdió poco a poco la consciencia y quedó atrapada en un estado catatónico, incapaz de pestañear o recordar quién era ella misma.
Sander Markx, director de psiquiatría de precisión de la Universidad de Columbia, vio a la paciente en el año 2000, cuando estudiaba Medicina. Aun a día de hoy, es “la paciente más enferma” que ha visto, reconoce al diario ‘The Washington Post’.
En 2018, volvió a coincidir con ella y, entonces, junto con un equipo interdisciplinario de más de 70 expertos, estudió su caso y descubrió que además de esquizofrenia sufría lupus. Esto atacaba su cerebro, principalmente, a zonas propensas a causar enfermedades mentales como la esquizofrenia.
Así las cosas, sometieron a April Burrell a un largo tratamiento de lupus neuropsiquiátrico de un año. Con solo tres ciclos de tratamiento, su estado de salud comenzó a mejorar. En una prueba para medir su estado cognitivo, pasó de no poder dibujar un reloj a hacerlo casi perfecto.
En 2020, April Burrell despertó completamente. “Nos conocía a todos y recordaba cosas de cuando éramos niños”, expresa su hermano al citado diario.
“Nunca pensamos que fuese posible”, reconoce Markx. Ahora, científicos de varios países del mundo como Alemania y Gran Bretaña están estudiando otros casos similares al de Burrell y han descubierto que hay más pacientes con enfermedades mentales que sufren procesos autoinmunes e inflamatorios.
Este hallazgo podría revolucionar el tratamiento en muchos otros pacientes con enfermedades psiquiátricas que, a día de hoy, se cree que no volverán a ser los mismos que eran antes del trastorno.