La historia de Juan Pablo I, el papa que murió 33 días después de ser elegido para el cargo
En 2017, el papa Francisco declaró a Juan Pablo I "venerable" y en 2022 le beatificó en la plaza de San Pedro
Juan Pablo I solo duró 33 días como pontífice y, pese a su poco tiempo en el cargo, fue apodado como 'el papa de la sonrisa'
Fue encontrado sin vida en su habitación. La versión oficial indicó que falleció de un infarto mientras dormía
El 26 de agosto de 1978, el cardenal Albino Luciani fue elegido papa y adoptó el nombre de Juan Pablo I. Pero apenas 33 días después de acceder al cargo, en concreto el 28 de septiembre, falleció en circunstancias que, hasta el día de hoy, han dado pie a teorías y especulaciones.
Nacido en 1912 en una familia humilde de Italia, Luciani destacó por su cercanía con la gente y su sencillez. Antes de ser papa, fue obispo de Vittorio Veneto y patriarca de Venecia. Se le conocía por su estilo pastoral directo, su amor por la enseñanza y su rechazo a los lujos.
Cuando fue elegido pontífice en 1978, rompió con la tradición al ser el primer papa en adoptar un nombre compuesto, en honor a sus dos predecesores inmediatos: Juan XXIII y Pablo VI. También rechazó usar la tiara papal, prefirió una ceremonia de entronización más sencilla y fue apodado 'el papa de la sonrisa'.
El 28 de septiembre de 1978, apenas un mes después de su elección, Juan Pablo I fue encontrado sin vida en su habitación. La versión oficial indicó que falleció de un infarto mientras dormía. Sin embargo, la forma en la que se manejó la noticia sigue generando dudas. No se realizó una autopsia y hubo inconsistencias en los relatos sobre quién lo encontró.
Algunos sostienen que fue asesinado por facciones dentro del Vaticano debido a sus planes de reforma, que incluían una revisión de las finanzas de la Santa Sede y posibles sanciones contra la corrupción en el Banco Vaticano. Otros creen que su salud era más frágil de lo que se admitió públicamente.
Aunque su papado fue corto, Juan Pablo I caló en la Iglesia católica. Su sucesor, Juan Pablo II, adoptó su mismo nombre en homenaje a él y llevó a cabo muchas de las reformas que se cree que Juan Pablo I había contemplado. En 2017, el papa Francisco le declaró "venerable" y en 2022 le beatificó en la plaza de San Pedro, convirtiéndose así en el quinto papa del siglo XX que llegaba a los altares, después de Pío X, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II.
"Con una sonrisa, el papa Juan Pablo logró comunicar la bondad del Señor", expresó Francisco durante la misa de beatificación. "Que hermosa es una Iglesia con un rostro alegre, sereno y sonriente, que nunca cierra las puertas, nunca endurece los corazones, nunca se queja ni alberga resentimiento, no se enfada ni se impacienta, no tiene una mirada adusta ni sufre nostalgia del pasado".
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