Nombramiento por aclamación: la excepción por la que cualquier bautizado puede convertirse en papa sin ser cardenal
Cualquier varón bautizado en la Iglesia católica, sin ser cardenal ni obispo, puede ser elegido como el sucesor del papa Francisco
Inocencio XI, en el cónclave del año 1676, y su antecesor en el cargo, Clemente X, fueron los últimos papas escogidos por aclamación
La última hora de la muerte del papa Francisco, en directo
Este pasado 21 de abril amanecíamos con la triste noticia de la muerte del papa Francisco a los 88 años. Con el fin de un pontificado, bien sea por fallecimiento o por renuncia, la Iglesia católica declara la 'sede vacante', un periodo liderado por el camarlengo Kevin Joseph Farrell.
El obispo irlandés, de 77 años, es el jefe de Estado en funciones de la Ciudad del Vaticano y el responsable de organizar el cónclave de cardenales, en el que 133 purpurados decidirán quién es el sucesor del argentino Jorge Mario Bergoglio, primer papa de origen latinoamericano y también el primero jesuita.
Una vez que así ocurra, veremos cómo el humo de la fumata que sale por la chimenea de la Capilla Sixtina es blanco. Cabe destacar que la elección corresponde a los cardenales menores de 80 años el día anterior a comenzar la 'sede vacante' (si los cumplen después, pueden votar).
Cualquier bautizado puede ser papa
Lo que no sabe mucha gente es que, tal y como indican las normas establecidas por el derecho canónico y la tradición eclesiástica, no es necesario ser cardenal, y ni siquiera obispo, para ser escogido como el próximo obispo de Roma y máximo representante terrenal de Cristo.
La única condición absoluta es ser un varón bautizado dentro de la Iglesia católica. Sin embargo, en la práctica, los papas suelen ser seleccionados de entre los cardenales puesto que son personas ya integradas y conocedoras de la estructura eclesiástica y representan la experiencia y el compromiso que el cargo requiere.