Los drusos: quiénes son y por qué esta minoría religiosa aumenta la tensión en el conflicto de Israel con Siria
Los drusos son una comunidad religiosa árabe, conformada por un millón de personas, que se han asentado en Siria, Líbano, Israel y Jordania
Los drusos, considerados una secta islamista, son originario de Egipto en el siglo XI, practican una rama del islam de rígidas y estrictas normas
El ataque del Ejército de Siria a un bastión de la comunidad drusa, asentada en el sur del país ha provocado la reacción de Israel que ha prometido defender a esta minoría religiosa: el asunto podría ser un nuevo punto de tensión entre Damasco e Israel. De los drusos, una secta árabe de aproximadamente un millón de personas, que viven principalmente en Siria, Líbano e Israel, apenas se sabe. ¿Quiénes son y qué religión practican.
Los drusos, considerados una secta islamista, son originario de Egipto en el siglo XI, practican una rama del islam de rígidas y estrictas normas que no permite conversos, ni a la religión ni a quienes la abandonan, ni matrimonios mixtos. Los drusos han incorporado creencias y hábitos del hinduismo, el cristianismo y judaísmo un mix que los hace creer en la reencarnación.
Las fiestas religiosas drusas coinciden con el calendario musulmán y se visten de forma tradicional: los hombres llevan gorros o turbantes blancos, y las mujeres se cubren la cabeza y parte del rostro con un largo velo blanco.
Los drusos está gobernados por un consejo de líderes espirituales llamado el Majlis al-’Uqāl, que supervisa las prácticas religiosas para la preservación de la integridad cultural de la comunidad.
En los orígenes, los drusos son musulmanes chiíes, que aspiraron a definirse como religión independiente, monoteísta y endogámica. Ya en el siglo XX después de que las potencias mundiales se repartieran el mundo se asentaron entre Siria, Líbano, Israel y Jordania, pero del millón de drusos, más de la mitad viven en el sur de Siria, que ahora Israel promete defender.
Esta minoría religiosa se concentra en tres provincias principales, cerca de los altos del Golán, ocupados por Israel, durante la Guerra de los Seis Días en 1967, antes de anexárselo oficialmente en 1981. Los drusos de los altos del Golán, una meseta estratégica, comparten el territorio con unos 25.000 colonos judíos, repartidos en más de una treintena de asentamientos.
En Siria, los drusos han sido históricamente partidarios tempranos del Partido Baaz Socialista Árabe, del que formaba parte el expresidente sirio, derrocado, Bashar Al Assad; pero desde 1963, ya oficiales militares drusos participaron en el golpe de Estado que llevó este partido al poder, donde permanecería hasta la caída en diciembre de 2024.
Los drusos, una comunidad dispersa con el alma entre Israel y Siria
En los territorios sirios, ocupados por Israel vive una comunidad drusa de aproximadamente el 1,6% de la población del país. Se concentran principalmente en localidades como Daliyat al-Karmel y Yarka, al norte de los Altos del Golán y el Carmelo. Israel ha hecho gestos de apertura hacia los drusos desde el derrocamiento de Al Assad.
Una parte de los drusos han establecido estrechos vínculos con el Estado judío. De hecho, los hombres drusos están sujetos al servicio militar obligatorio en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desde 1957, y muchos han puestos de mando en el ejército, la policía y las fuerzas de seguridad.
La oficina del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dijo que su país está comprometido a prevenir daños a los drusos en Siria debido a la profunda alianza fraternal con nuestros ciudadanos drusos en Israel y sus vínculos familiares e históricos con los drusos en Siria.
Sin embargo, en paralelo a estos lazos están la oposición de la mayoría de los drusos, unos 20.000, que viven en los Altos del Golán, pero siguen identificándose como sirios y rechazaron la oferta de Israel de hacerlos ciudadanos, cuando el Gobierno hebreo se anexó el territorio sirio. A los que se negaron se les concedieron tarjetas de residencia israelíes, pero no se les considera ciudadanos israelíes.
Decenas de miles de drusos residente en Israel se manifestaron en Tel Aviv en 2018, contra la ley que definió a Israel como el “Estado nación” del pueblo judío, denunciando que relegaba a la comunidad drusa a la condición de ciudadanos de segunda.
Walid Jumblatt, de 76 años y que tomó el relevo de su padre, instó a los drusos de Siria a rechazar la «injerencia israelí» y los líderes drusos de Siria reafirmaron su lealtad a una Siria unida, aunque algunos pidieron protección internacional tras los recientes episodios de violencia.
Los conflictos del nuevo gobierno de Siria con los drusos
A raíz del derrocamiento armado contra el régimen de Bashar al-Assad, el nuevo presidente de Siria, de origen talibán, Ahmed al-Sharaa, prometió la inclusión y la protección de las diversas comunidades sirias, pero las fuerzas extremistas suníes leales a él han mantenido los enfrentamientos violentos contra los drusos y otras minorías religiosas.
Hace apenas unos meses, el pasado marzo, cientos de personas murieron durante la represión contra la secta alauita, a la que pertenecía Assad, en la ciudad de Latakia. Un mes después, los enfrentamientos entre las fuerzas armadas sirias y las milicias drusas dejaron un centenar de muertos.
Las relaciones entre el nuevo gobierno sirio y los drusos han ido empeorando por la cercanía de esta minoría religiosa con el grupo político de Al Assad, pero además por la negativa al desarme de las milicias drusas. Al-Sharaa, que busca consolidar las facciones armadas bajo un ejército unificado, pero ha sido incapaz de lograr un acuerdo con los drusos, quienes insisten en conservar sus armas y sus milicias independientes.