Los activistas de la Flotilla detenidos por Israel, enviados a Saharonim, una prisión en mitad del desierto
La decisión del traslado de los 473 activistas a esa recóndita cárcel se considera un mensaje del Gobierno de Benjamin Netanyahu a Europa
Israel intercepta en aguas internacionales el último barco de la flotilla que aún navegaba hacia Gaza
Los activistas de la Global Sumud Flotilla detenidos por Israel en su misión para brindar ayuda humanitaria a Gaza y clamar contra las acciones de Benjamin Netanyahu han sido trasladados a la prisión de Saharonim tras la interceptación de todas sus embarcaciones. Ubicada en mitad del desierto, al sur de Israel, es el mayor complejo penitenciario del país.
La decisión del traslado de los 473 activistas a ese recóndito centro penitenciario, utilizado normalmente para prisioneros palestinos e inmigrantes africanos, se considera un mensaje del Gobierno de Netanyahu a Europa, pero también lo es cómo los están exhibiendo. Ejemplo de ello son las palabras del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, quien les ha señalado cuando estaban detenidos despreciándolos y llamándolos “terroristas”.
Los activistas de la Flotilla, acusados de apoyar a Hamás
Concretamente, en el marco de una visita a los detenidos en el puerto israelí de Asdod, el ultraderechista Ben Gvir se ha dirigido a ellos señalando: "Estos son los terroristas de la flotilla. Son terroristas”, subrayando que "apoyan a asesinos" y que su objetivo no era ayudar a la población palestina sino a Hamás.
De hecho, en esa línea ha publicado en su cuenta en la red social de Elon Musk, ‘X’, que si por el fuera los activistas se quedarían en la prisión de Saharonim como castigo varios meses, mostrando así su desacuerdo con que los deporten inmediatamente.
Algunos activistas españoles descartarían firmar su deportación
Fuentes diplomáticas no españolas que acaban de visitar en esa cárcel a sus nacionales afirman que, en general, los activistas están bien de salud, aunque hay que tener en cuenta que llevan dos noches sin dormir, en una situación muy dura, hace mucho calor y la cárcel es un armatoste de hormigón y cemento, como explica en el vídeo Marcos Méndez.
Las autoridades consulares españoles también han acudido a la cárcel. Según algunas asociaciones, –no según los diplomáticos españoles–, algunos de los activistas de España no se plantearían firmar su deportación, por lo que les esperaría en Israel un juicio.
El desprecio del ministro de Seguridad Nacional de Israel a los activistas
Además de tildarlos de “terroristas” al tiempo en que los exhibía y señalaba mientras estaban arrestados en el suelo, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, también comenzó un tour por una de sus embarcaciones para humillarlos y presentarlos como adolescentes que no han recogido su cuarto.
“Por cierto, sus barcos son un desastre total”, señalaba, mientras adentrándose en uno de ellos continuaba: “¿Pero qué es esto? No veo la ayuda humanitaria por ninguna parte. Aquí lo que ha habido es mucha fiesta. Menudo desastre”, apuntaba.
Además, algunos de sus hombres se unieron a la humillación, insinuando que no llevaban ‘ni un triste bote de leche’.
Los familiares de los activistas, preocupados por su situación
Entre tanto, al otro lado, los familiares de los activistas reciben las noticias con preocupación y miedo, como el marido de la tiktoker española Ana Alcalde: “Ya estáis viendo cómo procede este Estado, que no cumple con ningún tipo de derecho internacional”.
“Utilizaron los cañones de agua, les encañonaban con armas en la cabeza…”, denuncia.
Solo cuatro parlamentarios italianos han sido puestos en libertad. El resto, 473, han sido trasladados a prisión.
Mientras tanto, el ministro de Seguridad Nacional sigue con su arenga televisada: “Como prometí, estas personas demoniacas que apoyan el terrorismo están aquí en una prisión de alta seguridad, en las mismas condiciones que el resto de terroristas”.
Con esas palabras, su discurso no parece acorde con la petición de la ONU de que sean tratados como civiles inocentes.